LINARES FERIA DE SAN AGUSTIN 28 A 30 AGOSTO 67

Sentido homenaje a "Manolete" en la Feria de San Agustín

28 agosto de 1967: Toros de don Álvaro Domecq, Torrestrella para Juan García Mondeño, Manuel Benítez El Cordobés y Víctor Manuel Martín.
 
29 agosto de 1967: Toros de Hermanos Cembrano para Diego Puerta, Paco Camino y Pedrín Benjumea.
 
 
30 agosto de 1967: Toros de  la vacada del Marqués de Domecq para José Fuentes, Francisco Rivera Paquirri y el caballero rejoneador don Álvaro Domecq. 
 
SENTIDO HOMENAJE A MANOLETE EN LA PRIMERA DE LA FERIA DE SAN AGUSTIN. 
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Linares, primera de su feria de San Agustín, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 28-8-67 
 
Llegamos a Linares al filo del mediodía, con el tiempo justo de tomar parte en los actos conmemorativos que, en honor del coloso Manolete, ha programado el Ayuntamiento. Veinte años en los que han pasado muchas cosas en el mundo del toro, pero en cuyo transcurso, la memoria de Manuel Rodríguez sigue presente en la mente de los buenos aficionados, manoletistas o no, que de todo hubo. Y al cabo de los veinte años, un homenaje póstumo, como prueba evidente de que no se le olvida, de que su nombre y su gesta permanece tan viva, tan presente, tan actual como siempre. 
A las doce de la mañana, en el ruedo de la plaza de toros, una cruz hecha de flores, en el lugar donde cayó mortalmente herido. D. Evaristo Sánchez dice una misa por su alma, a la que a la que asisten entre otros, el sobrino del Monstruo, Rafael Soria Molina "Lagartijo", su banderillero Cantimplas, don Álvaro Domecq, Carnicerito de Málaga, José Luis de Córdoba, ese periodista cabal que fue íntimo de Manolete y una multitud de aficionados, toreros y periodistas taurinos. Acto seguido, toma la palabra el alcalde, Sr. Valmaseda, nuestro compañero Rafael Campos de España y  don Álvaro Domecq. Se procede después al descubrimiento de una lápida en la fachada de la plaza de toros, obra del laureado escultor Amadeo Ruiz Olmos. 
A las cinco cuarenta y cinco de la tarde, las cuadrillas hacen el paseo destocadas y luciendo lazos negros. Se guarda un minuto de silencio, se musitan unas oraciones y una voz grita Gloria a Manolete! desde una garganta y un corazón emocionado por el recuerdo. A Manolete lo mató un toro de Miura, Islero, pero también lo mataron un poco los públicos, insaciables en sus exigencias, los enemigos, los envidiosos, los irreconciliables que sólo contaban sus millones, sin tener en cuenta que habían sido ganados a fuerza de muchos sacrificios, de muchos sudores, de mucha sangre derramada generosamente. Descanse en paz, pero no olvidamos la gran lección que nos dio el destino. Cuántos remordimientos de conciencia promueve su recuerdo. No caigamos en el mismo pecado otra vez, para no tener que hacer penitencia de nuevo... 
 
CRÓNICA DE LA CORRIDA. 
La primera corrida de la feria de este año, es la de don Álvaro Domecq, Torrestrella y los espadas encargados de pasaportar tales reses, son Juan García Mondeño, Manuel Benítez El Cordobés y Víctor Manuel Martín. Los toros de la divisa jerezana, dieron muy desigual juego, faltos de fuerza, algunos doblaron de manos y del lote enviado por el escrupuloso ganadero, solo se dejaron torear los corridos en cuarto y sexto lugar, los otros cuatro, deslucidos por su continuo pelear a la defensiva. 
 
MONDEÑO saludó al primero de la tarde con unas verónicas que se jalearon con fuerza, pero la res tras tomar una vara a petición del espada, llegó a la muleta gazapeando y cortando por ambos pitones. Expuso lo suyo el de Puerto Real que, a fuerza de aguante, logró varias series de pases diestros que se jalearon. Pero a pesar de su empeño, no pudo redondear su labor por la difícil condición del toro. Mató de pinchazo, estocada y descabello a la segunda y fue aplaudido. Estuvo extraordinario a lo largo de la lidia del segundo de su lote, al que saludó con unos buenos lances y tras tomar la res dos varas con codicia y ser banderilleada, le realizó una grandiosa labor muletera, desarrollada sobre la mano izquierda preferentemente, con la que instrumentó varias series de naturales plenos de emoción estética y dramática. También la mano diestra colaboró para el mejor logro de la faena y tras unos derechazos de largo trazado, cerró su excelente labor con unas mondeñinas de escalofrío. Ni que decir tiene que la gran faena mondeñista caló con fuerza en los repletos tendidos. Pero tan gran trasteo no fue premiado con los máximos trofeos por caer la espada un poco desprendida y al producir vómito, dejó el premio en un solitario trofeo, que nada dice de la gran faena realizada por Mondeño, quien dio una aclamada vuelta al ruedo.   
 
D. Ramón Sánchez, excelente aficionado y ganadero, nos decía al principio del festejo, que con EL CORDOBES, parte del público estaba cometiendo una gran injusticia. Ya no son los "antis", aislados siempre, nos argumentaba, ya son como una organización de gentes que tratan por todos los medios de amargarle la vida al torero, con unas exigencias absurdas y de todo punto exageradas, que muchas veces poco o nada tienen que ver con el momento actual del torero. Y llevaba razón. Hoy, una vez más lo hemos comprobado. Son los clásicos reventadores, aquellos que venimos observando día tras día, los que van a la plaza a pitar al Cordobés, haga lo que haga, por el sólo prurito cobarde de alardear de que ellos hunden al Cordobés. Pero Manolo,- ojo con Manolo- en cuanto medio le embiste un toro, la arma y quedan en ridículo. Lo que ocurre es que el torero parece como asombrado de que cuando está toreando muy bien con el capote como hoy ha toreado, cuando realiza una faena tan templada, mandona y gallarda como la de su primero, haya un gran sector del público que le pite. Esto al parecer, le desconcierta un poco. Pero nosotros, que seguimos en las ferias cuando él ya ha pasado por ellas, con sus pasiones, sus triunfos y sus polémicas, vemos que son las mismas caras de furiosos anticordobesistas, no caras de aficionados que son otras. Esas caras las vemos sólo cuando torea el Cordobés, cuando van a cebarse con el ídolo. Pero el público sin partidismos, sus incondicionales, premian su valor y su personal estilo de comprender el toreo. Y viene todo esto a cuento porque en su primero, ha estado extraordinario toreando a la verónica y quitando por apretadas chicuelinas y ha llevado a cabo una excelente faena con pases diestros de largura extraordinaria y naturales en los que ha templado de maravilla. Pero cuando mató de dos pinchazos estocada y descabello y le otorgaron la oreja que la mayoría del público pedía, los reventadores dejaron oír su voz y ante tales protestas, Manolo, tras recoger la oreja se negó a dar la vuelta al ruedo. 
 
El quinto tiene poca fuerza, dobla de manos al menor esfuerzo. Y ahí está el de Palma del Río que inicia su faena con unos estatuarios solemnes para continuar toreando en los medios sobre la derecha, llevando templadamente la muleta a media altura, con mimo y suavidad, para evitar que el toro se le cayese. Una faena de torero en toda la plenitud de la palabra, ante un toro que por su falta de poder, se le queda cortísimo y no se emplea. Una corta y un descabello ponen punto final al acto y es ovacionado con los votos en contra de los de siempre. Le están aburriendo y cuando se marche, le llorarán los mismos que ahora le hostigan. Siempre ha sido así. 
 
VICTOR MANUEL MARTIN causa excelente impresión. Al muchacho no le veíamos desde los sanfermines, por cuyas fechas toreaba el segundo festejo como matador de toros. Y nos ha sorprendido agradablemente al comprobar que sigue con el mismo bello sentido torero, pero con más oficio, más madurado y más firme y seguro en su quehacer torero. Con el capote se ha hecho ovacionar en sus dos toros, al torear templadamente a la verónica entre generales aplausos y con la franela ha llevado a cabo dos meritorias labores. Buena fue la desarrollada ante su primero, pero insuperable la que cuajó al sexto de la tarde. Una faena que por sí sola catalogan a un torero como un gran artista, como una figura de la fiesta. Su manera de embarcar al toro, de tirar de él, de llevarle y templarle nos ha impresionado gratamente. Sus naturales, adelantando la muleta y corriéndole la mano hasta el máximo y sus derechazos y de pecho han sido para figurar en las mejores antologías toreras. Un gran torero, pero que ha perdido los trofeos en sus dos toros por la mala fortuna con el acero, ya que precisó de pinchazo, estocada y descabello para abatir al tercero de la tarde y de dos pinchazos, estocada y tres descabellos para finiquitar al sexto. En ambos tuvo petición de oreja y dio vuelta al ruedo. 
 
CARTEL DE NO HAY BILLETES. DIEGO PUERTA CORTA UNA OREJA
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Linares, segunda de sus ferias y fiestas de San Agustín, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 29-8-67 
 
Gran animación en este segundo festejo de la tradicional feria de Linares. En el cartel, reses de los Hermanos Cembrano para Diego Puerta, Paco Camino y Pedrín Benjumea que se presentaba como matador de toros. Pero toda o al menos parte de la expectación despertada por el festejo se ha visto defraudada por el mal juego que han dado los toros. Su falta de clase, su mansedumbre y falta de fuerza, hizo que peleasen con media arrancada y a la defensiva, haciendo en muchos momentos imposible el lucimiento de los espadas alternantes, que han tenido que luchar contra el deslucido juego de sus enemigos. 
 
Diego Puerta poniendo como siempre toda la carne en el asador, ha alcanzado un estimable éxito. Con el capote se ha lucido al torear muy bien a la verónica en lances de saludo, a los que ha impreso su arte garboso y pinturero. Y con la franela, a fuerza de porfiar, de meterse en el terreno de su enemigo, ha cuajado dos excelentes trasteos en los que poco le ha importado que sus toros se quedasen cortos, aplomadísimos y que tardeasen, él les ha sabido buscar las cosquillas y a fuerza de valor y arte, les ha cuajado dos emotivas faenas desarrolladas sobre ambas manos en las que ha hecho el mejor toreo que se pueda imaginar. Perdió los trofeos en el primero de su lote al precisar de pinchazo, media y dos golpes de verduguillo, quedando la cosa en una gran ovación con saludos desde el tercio. Pero en el cuarto de la tarde, Diego llevó a cabo una acabada labor muletera en la que instrumentó muletazos de las más diversas marcas, entre el general entusiasmo y pese a matar de estocada y cuatro golpes de cruceta, se le otorgó una oreja, que el de San Bernardo paseó triunfalmente por el ruedo. 
 
El segundo de la tarde sale suelto de los capotes y Paco Camino lo fija con unos eficientes lances, para estirarse después en unas verónicas de clásicos acentos en las que templó de forma insuperable. Dos varas tomó la res que salió suelta del caballo y llegó a la muleta poniéndose con peligro por el pitón derecho, broncota y con corta acometida. El camero estuvo extraordinario en una completísima labor muletera desarrollada toda ella sobre la mano izquierda. Ligó Paco naturales de soberbia factura, pese a que el toro se le quería quedar corto, pero por imperativo de su mando, ese mando extraordinario de Camino, lograba que terminase el muletazo a la perfección, para ligar seguidamente otro y otro hasta rematar con el forzado de pecho, en el que el toro le buscaba siempre. Fue una meritísima labor en la que el genio del niño sabio afloró espontáneamente, luciendo su arte y su sentido torero. Dos pinchazos antes de la estocada, dejaron el premio en una gran ovación con saludos. Un premio parco en verdad. El quinto es un toro manso, que tras salir suelto del caballo en la primera vara de las tres que tomó, se quiso quitar el palo y llegó a la muleta distraído y buscando, quedándose en mitad de la suerte. Pese a estas dificultades, Paco le ligó una serie de cuatro naturales, aún a trueque de sufrir  una peligrosa colada. Faena breve de aliño para una corta. 
 
A Pedrín Benjumea le han tocado dos toros de imposible lucimiento. Su primero se quedaba corto, buscaba y derrotaba con peligro al echarle la cara arriba. Pedro estuvo valentísimo en una brava faena sobre ambas manos que se premió con música. Mató de una estocada al deslucido animal y fue aplaudido. No fue mejor el sexto, un manso que echaba las manos por delante y que llegó a la muleta con un cuarto de arrancada. El toro, sin clase ni casta, era un marmolillo que solo daba un paso y frenaba queriendo coger. Breve faena para pinchazo, media y descabello. Con tales reses, ni el que inventó el toreo puede estar lucido. Pedrín Benjumea estuvo valiente y en los contados momentos en que su enemigo le tomó el engaño, como en los cuatro muletazos iniciales de rodillas pegado a tablas, dejó patente su valor y personalidad torera. 
 
Y nada más, hasta aquí lo que ha dado de sí el festejo de hoy. Por el percance sufrido por Antonio Ordóñez el pasado domingo en Cuenca, el cartel del día 30 ha quedado en un mano a mano entre José Fuentes y Francisco Rivera Paquirri, prologando el festejo el caballero rejoneador don Álvaro Domecq. Las reses pertenecerán a la vacada del Marqués de Domecq 
Según nos informan, Antonio Ordóñez ha sido obligado a guardar reposo absoluto durante unos ocho días, esperándose que vuelva a los ruedos, si mejora de su grave lesión de vértebras, en la feria de Murcia. Mucho celebraríamos que el artista pudiera reaparecer para tan señalada fecha y no digamos la afición murciana, que tanto le espera. 
CUATRO OREJAS Y RABO PARA JOSE FUENTES . DOS Y RABO PARA EL REJONEADOR ALVARO DOMECQ. ¿QUE DIRA PABLO? 
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Linares, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.- 30-8-67 
 
Como ya les manifestamos ayer, la última de la feria quedó, por ausencia del lesionado Antonio Ordóñez, en un forzado mano a mano entre José Fuentes y Francisco Rivera Paquirri, así como la inclusión en el cartel del famoso rejoneador don Álvaro Domecq Romero. Gran entrada y mucha expectación en torno a este festejo en el que se  han lidiado siete toros de don Juan Pedro Domecq, que cumplieron. 
 
No sabemos qué dirá Pablo, un excelente aficionado local al que parte del público interrogaba con un: ¿Qué dirá Pablo? cuando estaba actuando el gran torero que es José Fuentes. Sin duda el bueno de Pablo diría lo que han dicho todos cuantos aficionados han concurrido a este tercer festejo mayor de las ferias y fiestas de San Agustín. Diría sin duda que en José Fuentes hay un torero de proporciones extraordinarias, una figura auténtica de la Fiesta. Porque viéndole torear como esta tarde ha toreado con capa y muleta, uno, como aficionado, no tiene más remedio que quitarse el sombrero. Sus templados lances a la verónica, han sido  de perfección absoluta y en quites, le tenemos anotado uno por chicuelinas en las que no cabe mayor armonía, gracia y garbo, amén de otro por verónicas de delantal en las que ha conjugado de maravilla los más ortodoxos postulados del bien  torear.  Ha sido pues, la tarde de José Fuentes, triunfal en todos los conceptos. Una tarde en la que su suprema elegancia, la majestad de su toreo único, el temple, el dominio, la suprema facilidad de su bello estilo, han ido hermanados con la perfección de un toreo de cercanías extraordinarias. Un toreo en el que, pisando firme y seguro, en el terreno de los revolucionarios, José Fuentes ha toreado como él sabe hacerlo, con fácil inspiración creadora y con un sentido de autenticidad extraordinario. Su toreo de esta tarde al natural ha sido un regalo para los aficionados que se le han entregado por completo, interpretados con compás y ritmo pleno de belleza. Y con la mano derecha, los redondos, abaniqueos, afarolados, molinetes y pases de adorno que han cobrado categoría de lo fundamental, al recrearse el artista en un toreo rico en bellos matices. Con la espada, fácil y seguro, ha matado a su primero de estocada y dos golpes de cruceta, al tercero de lidia normal, de pinchazo y tres golpes de verduguillo. Cortó oreja al que abrió plaza con petición de otra ; las dos y rabo en el tercero tras realizar una gran labor muletera dando dos triunfales vueltas al ruedo. Al tercero de su lote, soso y sin clase, le cortó una oreja. Una gran tarde de José Fuentes en la que ha dejado patente su condición de figura del toreo mostrando su gran momento artístico. 
Paquirri, siguiendo la línea de torero arrollador que lleva marcada desde mediados de temporada, ha estado en todo momento en plan de torero largo y poderoso, dominador de todos los recursos de la lidia. Con el capote ha brillado con luz propia al saludar al primero y tercero de sus enemigos con largas de rodillas en las que ha dejado llegar a sus enemigos muy cerca, para sacárselos de encima con desahogo y soltura. Y a la verónica ha toreado como el que mejor pueda presumir de ello, ganándose grandes y merecidas ovaciones. En quites se ha mostrado variado y oportuno y en todo momento ha dejado patente su buen momento artístico. En el segundo tercio, ha brillado en tan difícil y vistosa suerte. Los pares al cuarteo, los quiebros de gran precisión, le han valido sonoras ovaciones. Y con la muleta , ante toros que han ayudado poco al quedarse muy cortos y faltos de clase, ha estado valentísimo en todo momento, logrando tres excelentes faenas, en las que a fuerza de exponer valerosamente, ha logrado muletazos que le han valido música, oles y ovaciones generales. Pero cuando tenía los trofeos conquistados, la espada vino a robarle las orejas que había ganado sobradamente por su labor en los tres tercios. Mala suerte  la de Paquirri, que ha tenido que saludar repetidamente desde el tercio en sus tres toros para corresponder a las ovaciones que se le tributaban. 
 
Entre los toros segundo y tercero, actuó el caballero rejoneador  don Álvaro Domecq Romero, que ha tenido una espléndida actuación. Su bello estilo de monta, la perfecta colocación de los hierros de castigo, así como las banderillas a una y dos manos, le ha hecho escuchar grandes ovaciones que se han visto traducidas en el premio de las dos orejas y el rabo tras matar de certero rejón al bravo y noble toro de don Juan Pedro Domecq. Un triunfo rotundo y merecido del gran caballero jerezano.