Valladolid Feria 16 a 18 de septiembre de 1962

Los dos hermanos Peralta que reposadamente, sin alardes ficticios, sin atropellamientos, han llevado y traído al de Barcial como pegado a la cola de sus cabalgaduras en una lección de dominio, técnica y maestría...

Día 16 de Septiembre de 1962
 
6 Toros de Palha
1 Toro de Barcial
D. Ángel y D. Rafael Peralta
Gregorio Sánchez 
Diego Puerta
Andrés Vázquez
 

D. ÁNGEL Y RAFAEL PERALTA DAN VUELTA CON PETICIÓN. DIEGO PUERTA DOS TRIUNFALES VUELTAS. MANSOS Y DIFICILES LOS TOROS DE PALHA. COMENTARIO A LA PRIMERA DE FERIA DE VALALDOLID

        Se ha abierto la feria con la actuación triunfal de los hermanos D. Ángel y D. Rafael Peralta con un toro de Barcial. Y bien pueden presumir los dos caballistas de haber entrado en la feria con toda la grandeza del mejor toreo a la jineta. Torear a caballo en toda la extensión de la palabra ha sido lo que han hecho los dos hermanos Peralta que reposadamente, sin alardes ficticios, sin atropellamientos, han llevado y traído al de Barcial como pegado a la cola de sus cabalgaduras en una lección de dominio, técnica y maestría. Era de ver cómo llevando Ángel a milímetros de su grupa al toro, lo recortaba y se lo ponía en suerte a su hermano para que éste, atacando de frente, prendiese entre el general alborozo, rejones, arponcillos, banderillas a dos manos y la rosa. Y era de admirar cómo después, Rafael, en competencia fraterna, le ponía a Ángel el toro en el terreno adecuado para que el extraordinario jinete prendiese con su habitual maestría iguales hierros. Por ello, pese a precisar en el rejón de muerte de Don Ángel  que echase el pie a tierra, y pinchar en dos ocasiones antes de la media estocada definitiva, la plaza, que estaba en olor de ovaciones, obligó a dar triunfal vuelta con petición de oreja.

        Y los Palhas, mansos, difíciles, llegando a la muleta aplomados, defendiéndose buscando y no prestándose poco ni mucho al lucimiento, puesto que casi andaban, han deslucido el festejo, que ha tenido su nota más brillante en sendas faenas de Gregorio en su segundo y Diego Puerta en su primero.

        Gregorio Sánchez se enfrenta en primer lugar con un manso de solemnidad que sale barbeando tablas, queriendo saltar y tira las manos por delante. Al iniciar el muleteo el toro se le cuela y está a punto de darle un serio disgusto pues estuvo a punto de empitonarlo contra las tablas. Y aquí todo es la lucha del torero contra el toro que le quiere coger, que se le pone por ambos pitones y que anda con mucho sentido. Mata de estocada y descabello a la primera y a esperar al cuarto de lidia normal. Y sale el cuarto y resulta también manso al dolerse al hierro descaradamente. Pero aquí surge la muleta torera y mandona de Gregorio que hace ir al manso por el camino del triunfo, por el sendero de una faena bien labrada, maravillosamente construida con profusión de pases naturales en los que el toledano puso mando y temple del mejor entre música y ovaciones. Pero al pinchar en dos ocasiones antes de lograr la estocada, enfría a las gentes y la cosa queda sin trofeos.

        Diego Puerta de salida veroniquea entre ovaciones clamorosas. El toro salió suelto huyendo de los capotes, pero el sevillano tirándole el capote al suelo, consintiéndole, logró hacerse con él para estirarse en verónicas que alborotaron el cotarro. El toro que llega a la muleta aplomado, defendiéndose, quedándose corto, no es un toro de faena grande, pero Diego a fuerza de exponer, le saca una faena valerosa y torera en la que se jugó el tipo en su afán de triunfo. Y así fueron surgiendo derechazos, naturales, de pecho, molinetes y adornos floridos y garbosos entre el entusiasmo público. La obra maravillosamente trabada, completísima, tuvo el adecuado remate de  la estocada que mata sin puntilla. La plaza se cubre de pañuelos en inútil demanda de la oreja que reglamentariamente, por completa unanimidad del público, se debió conceder, por lo que se le obligó a dar dos vueltas al ruedo, abroncando al presidente y durando las protestas hasta que salen los caballos a picar al tercero de la tarde. El quinto es otro manso que sale suelto del piquero y llega a la muleta con nula arrancada. Vamos, que no embiste ni una vez. Breve trasteo y estocada que acaba con el manso.

        Y Andrés Vázquez, con otro lote imposible. Buenas verónicas de saludo e iguales lances en su quite que se acogen con grandes ovaciones. Pero  a la hora de la muleta, el toro da en gazapear, en no  parar un momento. Expone en un intento del toreo al natural que parece imposible y en vista de que el toro no para y además busca lo que no perdió, lo pasaporta de estocada y descabello a la tercera. Pero está visto que no se puede hablar de mansos completos hasta que no sale el sexto de la tarde. El toro huye de los capotes y no se presta a la pelea. A fuerza de acosarlo logran picarle y a la muleta llega con media arrancada poniéndose por ambos pitones. Se impone la brevedad y Andrés lo finiquita de media estocada bien puesta. Una mansada que ha deslucido el festejo.

        Y nada más, hasta mañana a esta misma hora en que de nuevo estaremos con ustedes para informarles de la segunda corrida de toros de esta feria de Valladolid. Muy buenas noches.-

 

 
Día 17 de Septiembre de 1962
 
7 Toros de Jumillano
D. Álvaro Domecq
Curro Girón 
Jaime Ostos
Paco Camino

TRES OREJAS PARA JAIME OSTOS Y OREJA PARA PACO CAMINO Y ALVARO DOMECQ. COMENTARIO A LA SEGUNDA CORRIDA DE TOROS DE LA FERIA DE VALLADOLID.

        Otro manso y bronco encierro de Jumillano. De seguro que de haber otra terna en la corrida de esta tarde el festejo hubiese transcurrido por los cauces  del aburrimiento por mor de la mansedumbre del ganado de Emilio Ortuño “Jumillano”. Mansos, con peligro y sentido como el primero de Ostos y deslucidos, de media arrancada y doliéndose al hierro la mayoría. Pero en contra del mal aire de los toros se ha enfrentado la terna compuesta por Curro Girón, Jaime Ostos y Paco Camino que a fuerza de valor y arte han remontado las dificultades casi insalvables del ganado.

        Curro Girón ha toreado muy bien a la verónica a sus dos mansos enemigos. Y con la muleta ha realizado dos trasteos amenizados por la música, oles y ovaciones, pues el venezolano realizó dos faenas artísticas y valerosas con empleo de ambas manos en el buen tejer el toreo al natural, redondo y por alto que llegó fácilmente al público. Mató a su primero de estocada y descabello a la tercera y se dividen las opiniones. Al cuarto, al que banderilleó entre ovaciones y finiquitó de una estocada de efecto retardado, al levantarse  el toro en tres ocasiones, se enfrían los ánimos y la petición de oreja queda reducida a ovación final.

        Jaime Ostos, en la mejor temporada de su carrera artística ha alcanzado un clamoroso triunfo. A su primero, un toro incierto y peligroso, de brusca y bronca arrancada, le ha cuajado la faena más emotiva y tremendamente dramática de la tarde.  El toro, con fuerza, aspereza y sentido de manso quería coger al artista que poniendo su cuerpo como cebo, encelaba a la res para hacerla ir tras la muleta en un angustioso recorrido jalonado de hachazos del toro y enmarcado por los Ay!  Quebrados en último instante por el ole jubiloso ante la maestría del torero que salvaba el peligroso trance sacándose todo el toro por delante al rematar las series de derechazos y naturales en los de pecho de pitón a rabo. Faena hondamente dramática profundamente sentida  y seguida por la multitud que le aclamaba. Dos pinchazos atacando con rectitud y ejecutando a la perfección la estocada. Dos orejas y triunfal vuelta mientras se pitaba al toro en el arrastre. Al quinto le realiza un excelente toreo a la verónica. Luis González y Pepe Blanco prenden rehiletes y la atronadora ovación les obliga a saludar montera en mano. Jaime da comienzo a su faena con cinco estatuarios de quietud marmórea para continuar ya con la muleta en la izquierda y ante un toro que cabecea continuamente, corre la mano en largas series de pases fundamentales a los que pone remate con pectorales. Faena muy meritoria en la que Jaime ha expuesto todo lo que hay que exponer. Estocada y descabello a la segunda y pasea por el ruedo el galardón de la oreja en triunfo.  

        El primero de Paco Camino es otro manso de incierta arrancada que se queda corto. Paco intenta sacarle partido pero el toro no embiste y opta por pasaportarlo de estocada, pitándose al de Jumillano en el arrastre. El sexto es también manso, que en un acosón derriba pero después se quita el palo con descaro y se duele al hierro. La presidencia cambia el tercio con el toro completamente entero pues no ha sido suficientemente picado. El de Camas comienza su labor con unos pases de tanteo para continuar templando extraordinariamente sobre la mano derecha en series de pases en los que lleva superiormente toreado al de Jumillano encendiendo el entusiasmo en los tendidos y haciendo sonar la música. Un intento de toreo al natural y el toro va a por el torero con las de Beri, estando a punto de atraparlo . Vuelve Paco a porfiar con la derecha y las siguientes series rematadas con pectorales diestros le salen superiores a la primera. Estocada al canto y oreja para Paco Camino que da triunfal  vuelta negándose a ser sacado en hombros.

        Abrió el festejo el caballero rejoneador D. Álvaro Domecq Romero que lidió a caballo un toro de Jumillano con el que alcanzó un notable triunfo con corte de una oreja.

 
Día 18 de Septiembre de 1962
 
6 Toros de Barcial
Cesar Girón 
Curro Romero
El Viti
 

COGIDA DE CESAR GIRON. EL VITI DIO VUELTA EN SUS DOS TOROS CON PETICION DE OREJA. COMENTARIO A LA TERCERA CORRIDA DE TOROS DE LA FERIA DE VALLADOLID.

       La plaza presentaba un animado aspecto cuando a las cuatro y media en punto de la tarde hacen el paseo las cuadrillas capitaneadas por César Girón, Curro Romero y Santiago Martín El Viti para despachar un encierro gordo y bien encornado de Barcial que acusó falta de casta y sentido.

        La casta y el sentido de la responsabilidad de César Girón es francamente ejemplar. Joven, millonario y famoso el venezolano ha dado un curso de vergüenza torera, de dignidad profesional y hombría que le ha llevado hasta más allá de lo exigible. Fue en el toro que abrió plaza. La res, que tomó una sola vara a petición del espada, salió suelto del caballo y con descompuesta arrancada. César comienza su faena con cinco pases por bajo modelo de temple, dominio y suavidad en los que trató de ahormar la embestida de su enemigo. Se despega de él y lo pasa en tres estatuarios de enorme quietud y ajuste, pero con el postrero el toro le da una cornada seca en el muslo derecho. El espada no perdió el equilibrio, tal era la firmeza de las zapatillas toreras en la arena, pero pudimos comprobar que estaba calado. Y ahí surgió su casta indomable al proseguir su brillantísimo trasteo muleteril  con pases sobre la diestra mano en los que puso valor y temple admirable mientras la cuadrilla trataba de que se retirase del ruedo. Pero el venezolano firmemente se negó a ello y continuó dejándose acariciar los bordados por las astas de su enemigo en series de muletazos sobre la izquierda en los que llevó toreado al de Barcial, que le vuelve a tropezar al darle unas giraldinas y esta vez sí le derriba para ya en el suelo, buscarle con ensañamiento. Gira César sobre sí mismo y logra salir airoso al acudir presurosa toda su cuadrilla y demás compañeros. Cuadra al toro y entrando recto agarra media estocada que mata sin puntilla y en brazos de su cuadrilla ingresa en la enfermería mientras se pide unánimemente la oreja que la presidencia no concede. La casta, el pundonor y la hombría de César habían quedado a salvo.

        Curro Romero, por el percance de su compañero ha tenido que matar tres toros. Los tres han llegado a la muleta frenando, con nula arrancada, cortando el viaje. Tres toros de contraestilo. Los ha matado con brevedad y el público se ha metido con él agriamente. Pero donde la plaza sí vibró en clamores fue al lancear Curro con ejemplar templanza, con recreo en la suerte, al cuarto de la tarde. Fueron seis lances de saludo y revolera final de remate en los que el faraón de Camas enardeció a la multitud con su toreo de éxtasis. Y en el quinto, nuevamente el capote de Romero nos habla firmemente de hondura y clasicismo entre el clamor de las ovaciones. Poco, en verdad, pero también es cierto que salvo unos cuantos muletazos de temple superior al cuarto hasta que se negó a embestir, no pudo hacer más.

El tercero de la tarde es manso, se duele al hierro y tiene corta arrancada. El Viti le hace tomar la muleta pese a que el toro cabecea continuamente y le pone los pitones de corbatín. Y así a fuerza de exponer, de mando y de maestría, liga una faena enorme de aguante y valor en la que las series de derechazos, naturales y de pecho van fluyendo entre oleadas admirativas y los sones del pasodoble torero. Mata de estocada entrando superiormente y descabello a segundas y hay petición de oreja y vuelta triunfal. El que cierra plaza es un manso total  que frena ante los capotes y se duele el hierro. La bronca es impresionante. Cambia el tercio el presidente y cuando van a banderillear  manda cambiar al toro entre otra gran bronca. El sobrero es de Jumillano y resulta una res sin fuerza que echa la cara arriba defendiéndose. El público protesta, pero El Viti a fuerza de exponer, de templar colosalmente, hace que siga a la muleta a regañadientes en dos series de cinco derechazos cada una que remata con los clásicos pectorales. Y ya suena la música cuando Santiago se dispone a escribir su lección maestra sobre el natural en series de pases de temple, cargazón y mando admirables en los que se engrandece el toreo. Los remates de pecho de pitón a rabo rubrican la obra magistral y cuando ataca rectamente y cobra una gran estocada y descabello a la primera, hay nueva y fuerte petición de oreja que en un nuevo error no concede la presidencia y el torero que se quiere retirar de la plaza, es obligado a dar triunfal vuelta recogiendo prendas de vestir entre clamores.

        Y nada más, hasta mañana a esta misma hora en que de nuevo estaremos con ustedes para informarles de la novillada de feria con la que se cierran estos festejos de Valladolid, muy buenas noches.-

P.D. César Girón sufre un puntazo corrido en el muslo derecho de carácter grave. Ha sido trasladado a Madrid.