PLASENCIA. FERIA DEL 9 AL 11 -6- 67

El torero seguía jugando tremenda aventura que supone estar tan firme y entero en el sitio donde a partes iguales anidan la muerte y la fortuna...

 

 

 

DOS OREJAS PARA PAQUIRRI 
 
Día 9 de junio de 1967.  6 Toros de Juan de Dios Pareja para ANTOÑETE, EL CORDOBÉS y PAQUIRRI
 
Comentario a la primera corrida de toros de la feria de Plasencia celebrada esta tarde, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 9-6-67 
 
En este primer festejo de la feria de Plasencia se lidian reses de Concha y Sierra, hoy pertenecientes al escrupuloso ganadero don Juan de Dios Pareja Obregón y la terna de espadas está integrada por Antoñete, El Cordobés y Paquirri. 
 
Todo el mundo se las prometía muy felices. Toros de reconocida dama y tres toreros de diferentes estilos que, a poco que les embistieses sus enemigos, podían ofrecer las excelencias de su arte. Pero los toros, mansos cobardones y faltos de celo, han puesto de su parte todo lo preciso para que la corrida no fuese de las que pasan a la historia del toreo y ante su mansedumbre y feo estilo se han estrellado todos los esfuerzos de los diestros, siendo el único espada orejeado el de Barbate, que ha cortado las dos orejas al primero de su lote. 
 
Antonio Chenel Antoñete se ha mostrado torerísimo a lo largo de la lidia del primer manso que le tocó en suerte. El toro, que salió echando las manos por delante y frenándose, tomó a fuerza de acosarle, tres o cuatro picotazos y llegó a la muleta sin lucimiento posible. El madrileño le realizó una dominadora faena, lidiando al manso con conocimiento y buenas maneras. Mató de dos pinchazos, estocada con salida indiscreta y certero descabello. La cosa no acabó de gustar. En el cuarto, Antoñete estuvo en plan de torero grande. Verónicas de abierto compás que se jalearon cumplidamente y una faena torerísima con pases de todas las marcas que se premiaron con música y grandes ovaciones. El toro, andarín, tenía muy corta acometida, pero el madrileño le supo llevar toreadísimo y templándolo mucho y le sacó varias series de derechazos y naturales con remate de pectorales y abaniqueos que fueron ovacionadas con fuerza. La faena era de orejas, pues el diestro se acopló muy bien con su enemigo y lo toreó haciendo gala de esa maestría y elegancia en él característica. Fue una pena que pinchase en tres ocasiones y tuviera que descabellar. Salió a saludar desde el tercio para recoger la ovación. 
 
El Cordobés como siempre, era el centro de todas las miradas. En él estaba centrada la máxima expectación de la tarde. Y bien que dio comienzo a su labor, unos lances apretados que levantaron el run run admirativo que despierta siempre este torero. El toro toma una vara y Manolo quita por apretadas y toreras chicuelinas, llegando al máximo el entusiasmo del público que le aclama puesto en pie. Tras brindar al respetable, da comienzo a su labor muletera con cinco estatuarios que levantan aclamaciones en los tendidos y a torear sobre la derecha. Una buena serie de cinco de estos pases y el toro saca en ella lo que de malo llevaba dentro, genio y feo estilo, revolviéndose con peligro. No se da por vencido el torero, que sigue valentísimo sobre la mano izquierda y a trancas y barrancas le instrumenta cuatro muletazos. Después el toro da en cortar, en quedarse debajo y en no colaborar para el lucimiento del espada, que tiene que recurrir a un eficaz aliño que no agrada a algunos. Mata de pinchazo, media y descabello y a esperar al segundo de su lote por aquello de que no hay quinto malo. Pero si, El quinto es un toro manso y huido que no quiere saber nada de capotes ni de caballos y al que el público protesta airadamente. A la muleta llega soso y falto de celo negándose a embestir  pese a la porfía de que hace gala el torero. Y como de donde no hay agua no se puede sacar, lo despacha de una estocada y se le aplaude, en tanto que su enemigo es pitado en el arrastre. No ha podido ser. Cuando los toros no tienen un mínimo de garantías, no se les puede hacer el toreo por más que se esfuercen. 
 
Las dos únicas orejas cortadas esta tarde han sido como queda dicho, para Paquirri. El joven matador gaditano ha tenido en el primero de su lote una brillantísima actuación. Con el capote ha lanceado haciendo gala de su juego de brazos, de ese llevar embarcado a su enemigo en el capote, hasta lograr verónicas de gran calidad. Verónicas de muy buen cuño que han sido como un rayo de luz en la deslucida tarde. Y como el diestro de Barbate es también fácil y lucido banderillero, ha requerido los garapullos y con su habitual buen hacer, ha prendido dos pares al cuarteo, uno por cada pitón, imponentes y ha cerrado el tercio con uno al quiebro de antología. La ovación ha sido de gala y ha tenido que saludar  para corresponderla. Pese a que el toro ha llegado a la muleta entrando al paso y quedándose muchas veces en mitad de la suerte, ha cuajado un excelente trasteo. Una gran faena iniciada por estatuarios y proseguida con muletazos de gran mérito, en los que ha jugado con maestría y dominio, con sereno valor ambas manos, logrando derechazos y naturales de gran calidad que han merecido los honores de la música y los oles de los aficionados. Mató de una gran estocada y paseo por el ruedo los trofeos conquistados tan a ley. El sexto es manso total. No se puede buscar parangón en su mansedumbre. Un falto de casta que cuando embestía lo hacía desmayadamente como si la cosa no fuera con él. Lo saludó con una larga de rodillas y cuando quiso estirarse con él, le frenó ante el capote y salió suelto. A la muleta llegó con estas características más acusadas si cabe. Paquirri le sacó a porfía varios derechazos de remates de pecho pero el toro no quería pelea. Lo mata con prontitud y se le aplaudió con fuerza al abandonar la plaza. 
 
Mal comienzo ha tenido la feria. Los toros, pitados todos en el arrastre, no han dado mucha ocasión de lucimiento a los espadas. Mañana los Santacolomas. Esperemos que embistan mejor y Paco Camino, Tinín y Benjumea puedan lucirse. 
Y nada más,....
 
OREJA PARA TININ. DOS GRANDES FAENAS DE CAMINO Y BENJUMEA MALOGRADAS POR EL ACERO. 
 
Día 10 de junio de 1967. Toros de Santa Coloma para PACO CAMINO, TININ Y PEDRÍN BENJUMEA
 
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Plasencia, segunda de su feria,  según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 10-6-67 
 
Apagados y sin clase, los toros de Santa Coloma lidiados esta tarde en el segundo festejo de feria y además un toro muy molesto, el cuarto de la tarde, que con su pegajosidad y continuo gazapear, ha ofrecido serias dificultades. 
 
Paco Camino, que fue acogido con una clamorosa ovación en el paseíllo, ha tenido una brillante actuación con capa y muleta en sus dos enemigos, pero la espada no ha viajado con fortuna en su primero y ello ha sido la causa de que el gran torero de Camas no haya paseado por el ruedo los máximos galardones como era de esperar tras su soberbia labor en este toro. Con el capote se estiró el sevillano en cuatro lances y media de remate del mejor toreo. Verónicas caministas que encendieron la mecha de os primeros entusiasmos. Con la franela ha llevado a cabo una rematada labor. Entre música y aclamaciones Camino ha toreado con ese gusto, con esa verdad, esa hondura y ese sabor que imprime a sus redondos, naturales y de pecho. Adelantando el engaño, ofreciendo la verdad del toreo, Paco ha bordado los pases con esa arrogancia y maestría propias de su arte de privilegio. Una faena que ha llegado a los tendidos con fuerza. Pero cuando era de presumir el corte de los máximos trofeos, dos pinchazos y estocada dejaron la cosa en petición de oreja y una gran ovación con saludos desde el tercio. En el cuarto volvieron a jalearle en los lances de saludo que instrumentó con su habitual elegancia y estilo. El toro, que tomó una sola vara, llegó al trance final molestísimo con su pegajosidad y continuo gazapear. Paco le sometió en su muleta con unas dobladas de soberbia ejecución para continuar después por derechazos, en los que aguantó una enormidad el continuo gazapear de la res. Ya con la música en marcha, continuó por naturales pese a que el animal se le quedaba debajo y buscaba  al descubrir al diestro el fuerte viento que sopló durante toda la tarde. Mató de pinchazo y estocada y escuchó una gran ovación. 
 
Para Tinín ha sido la única oreja cortada de la tarde. Y al igual que al camero, la espada le privó de trofeos en el primero de su lote. José Manuel ha estado toda la tarde haciendo gala de su magnífico estilo como lidiador, de seguridad y maestría, de su dominio y perfecta ejecución del mejor toreo, tanto con el capote como con la muleta. Sus verónicas de abierto compás y perfecto juego de brazos, han sido pórtico triunfal que ha abierto su labor en ambos toros. Y es que Tinín, soberbio en el juego de la tela torera, ha llevado embarcados superiormente a sus enemigos. Pases largos, mandones, magníficos en la iniciación  y en el remate que por sí solos justifican sobradamente el entusiasmo del público. Naturales y derechazos sin que la muleta mostrase una arruga en su seguro discurrir. Y a la hora de adornarse, los molinetes, los pases por alto y los alardes valerosos han completado un todo armónico muy apreciable. Escuchó una gran ovación con saludos desde el tercio en el primero de su lote al que despachó de pinchazo, estocada y dos golpes de cruceta y le cortó la oreja al quinto tras matarlo de una corta muy buena. Al final del festejo José Manuel fue despedido con una gran ovación. 
 
Pedrín Benjumea ha enardecido a las masas con su toreo sincero, tremendamente emotivo y personal. La escandalera dio comienzo cuando se abrió de capa ante el tercero de la tarde para saludarle con unas verónicas muy templadas y continuó cuando, tras tomar la res una vara, se echó el capote a la espalda para hacer un tremendo quite por gaoneras. Y ya con el ambiente caldeado, se complace el diestro de Palma del Río en iniciar su labor muletera pegado a tablas, con cinco pases por alto tremendos. Unos muletazos en los que se pasó a su enemigo muy cerca, dio al trance una tremenda emoción. Los pases de pecho cerraron la serie y de ahí en adelante Pedrín Benjumea realizó una faena de las que no se da reposo  a las emociones. A dos dedos de los pitones, con las zapatillas clavadas en la arena, toreó sobre ambas manos en muletazos acabados y toreros. El toro se le  frenaba en mitad de la suerte, le tropezaba incluso y hasta le volteó con aparato, pero el, sin inmutarse, seguía jugando tremenda aventura que supone estar tan firme y entero en el sitio donde a partes iguales anidan la muerte y la fortuna. Pero la tremenda labor muletera no tuvo el adecuado remate con el acero y un pinchazo, estocada y tres golpes de cruceta dejó la cosa en una gran ovación con saludos. El sexto tiene poca fuerza, llega a la muleta arrastrando los cuartos traseros, defendiéndose y quedándose muy corto. Benjumea se esforzó en una labor muy valerosa, por el aguante y el sitio que pisó. La espada resultó atravesada y solo se le premió con una ovación al abandonar la plaza. 
Y nada más...
 
DOS OREJAS Y RABO PARA SANTIAGO MARTIN EL VITI EN LA TERCERA DE FERIA DE PLASENCIA.
 
Día 11 de junio de 1967. Toros de Lisardo Sánchez para EL VITI, JOSÉ FUENTES y SÁNCHEZ BEJARANO
 
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Plasencia, tercera u última de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 11-6-67
 
Coronando un montículo, la plaza de toros de Plasencia ofrece desde su emplazamiento una bella perspectiva de la ciudad. Una bella ciudad, con un pasado glorioso y un presente espléndido de su comercio e industria. Hay feria y animación extraordinaria. Y en esta tercera corrida que cierra su ciclo, un encierro de Lisardo Sánchez, bien presentado pero que por su sosería, mansedumbre, falta de casta y poca fuerza, ha estado a punto de dar al traste con este último festejo. Monos mal que los tres espadas anunciados, El Viti, José Fuentes y Sánchez Bejarano, han peleado de lo lindo para sacar partido a los mulos que se han lidiado esta tarde. A ellos pues, cabe el mérito de lo realizado.
 
Santiago Martín EL VITI ha estado en plan maestro durante toda la tarde. El diestro salmantino entiende a estos toros como nadie y a fuerza de porfiarles y pisarles su terreno de forma tesonera, logra sacarles un partido insospechado. Con el capote ha logrado en sus dos toros verónicas de hondos acentos, que se han acogido con las mayores muestras de entusiasmo.  Y con la muleta ha llevado a efecto dos faenas gemelas en méritos. Dos trasteos muleteriles en los que el de Vitigudino, a fuerza de meterse en el terreno de sus enemigos, de provocarles una y otra vez, ha cuajado muletazos sobre ambas manos de gran valor y mérito. El torero aprovechaba la menor acometida de los mansos para meterlos en su muleta y llevarles en series de derechazos y naturales a los que ponía el adecuado remate de los forzados de pecho. Gran labor de Santiago, que ha logrado lo que parecía imposible, el hacerle faena a dos toros de tan deslucida condición.  Sus pases largos, templadísimos, han alborotado los tendidos hasta el punto de apagar  el eco de la música torera que ha sonado en su honor. Cortó la oreja de su primero, por precisar de dos pinchazos antes de la media estocada, pero no dio vuelta al escuchar algunas discrepancias de los eternos descontentos. Al cuarto le cortó las dos orejas y el rabo tras realizarle un grandiosa labor muletera en la que el arte y el dominador estilo del salmantino se impuso por completo a la mansedumbre y sosería de su enemigo, al que dejó para el arrastre de una gran estocada y dos golpes de verduguillo. Al final del festejo salió en triunfo en medio de una gran ovación. 
 
José Fuentes se acopló muy bien al feo estilo de su lote. El segundo de la tarde hacía cosas de estar reparado de la vista pero Fuentes lo entendió a las mil maravillas y tras torearle a la verónica, le llevó a cabo una excelente labor muletera compuesta de pases sobre ambas manos plenos de prestancia y ese suave jugar de la tela torera que hacen de este torero una gran figura de la fiesta. Su elegante estilo, el temple de su muleta, han cautivado a los aficionados. Era faena de orejas, pero dos pinchazos, estocada y dos descabellos le privaron de trofeos, quedando todo en una gran ovación con saludos desde el tercio. Al quinto le ha cortado una oreja por la labor completísima con capa y muleta. Verónicas de excelente trazo y un quite por chicuelinas extraordinario que le han valido las primeras ovaciones en este toro. Después, ante una res sosa y tarda, deslucida en su manso estilo, José Fuentes ha toreado superiormente por derechazos y naturales del mejor corte. Los pases de pecho de remate de las series han tenido hondura y calidad y en fin, toda su labor ha estado marcada por su personalísima y elegante forma de hacer el toreo. Mató de estocada y descabello y paseó por el ruedo mostrando el trofeo conquistado. 
 
Sánchez Bejarano saludó al tercero de la tarde con unas verónicas majestuosas que le valieron una estruendosa ovación. Pero el toro, falto de celo y de casta, llegó a la muleta topando más que embistiendo, quedándose distraído en mitad de la suerte y sin querer seguir el viaje que la muleta del torero le marcaba. Un toro deslucido, manso que no quería pelea y ante el que se estrellaron todos los afanes del muchacho, que porfió valerosamente sobre ambas manos para sacarle algunos muletazos sueltos de buen son Los mató de dos pinchazos, estocada y descabello y fue ovacionado. Con el toro que cerró plaza, Sánchez Bejarano la ha formado gorda. Un toro mansurrón pero al que ha entendido a las mil maravillas, Con el capote ha formado un verdadero alboroto al torear a la verónica desmayadamente. Lances templadísimos en los que ha dejado la impronta de la calidad de su toreo. Verónicas de compás abierto, de juego de brazos y cargazón que por sí solas revelan a una auténtica figura del toreo. Y con la muleta, una faena de consagración como figura grande. Una gran labor muletera en la que no se sabe qué admirar más, si la soberbia ejecución de los muletazos o el arte y sentido torero que ha tenido toda ella. Ha sido una obra completa de un maestro de gran calidad. La lentitud de su ejecución, el sentimiento en los lances y hasta a la hora de recurrir a los adornos, sus molinetes y afarolados han tenido sabor de lo auténtico y fundamental. Mató de metisaca, media y descabello y en medio del entusiasmo le han sido otorgadas las dos orejas con fuerte petición de rabo y triunfal salida en hombros de la multitud. Una figura interesantísima  que quitará muchos moños cuando su nombre figure en los mejores carteles feriales. 
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidos, les desea muy buenas noches.-