Palencia Feria de San Antolín. 2-9-1962
COMENTARIO A LA CORRIDA DE TOROSS DE LA FERIA DE SAN ANTOLÍN DE PALENCIA.-
Una gran entrada ha registrado la corrida de la Feria de San Antolín en Palencia en la que se han lidiado cinco toros de Antonio Sánchez y uno de Gandarias en cuarto lugar. Fermín Murillo, Mondeño y Andrés Vázquez han sido los encargados de pasaportarlos.
Fermín Murillo en su primero ha toreado superiormente a la verónica en lances en los que ha llevado muy bien embarcado a su enemigo siendo por ello unánimemente ovacionado. Y con la franela, labor brindada al Doctor Dacio, que le curó de las dos graves cornadas que sufrió el pasado año, ha realizado un trasteo muleteril en el que el temple, mando y suavidad de los muletazos han compuesto una bella sinfonía torera. El aragonés, con temple superior, sin prisas y sin pausas, ligaba el más emotivo y bello toreo al natural. Un derroche de maestría, de absoluto mando, de temple y armonía definitiva que supo correr la mano magistralmente con empaque de torero caro, de artista de clase e inspiración nada común. Naturales, derechazos y los de pecho fueron aflorando de la muleta mandona y torerísima de Fermín que ha tenido una de sus mejores tardes. Mata de pinchazo y gran estocada y hay premio de oreja con fuerte petición de más trofeos y vuelta triunfal. Su segundo, cuarto de la tarde, era un toraco de Gandarias que dio pésimo juego. Con sentido y ganas de coger, mansedumbre en arrancadas ásperas y por oleadas, no se prestaba al lucimiento que buscaba Murillo sin encontrarlo, en vista de lo cual, le realiza una faena atemperada a las pésimas condiciones de la res y lo pasaporta de estocada. También por percance de Mondeño, pasaportó al segundo brevemente.
El torero de Puerto Real ha estado esta tarde palentina de una inspiración desbordante. No bien hubo salido su toro, se enfrentó a él con unos lances a la verónica que pusieron al rojo vivo los entusiasmos. Después con la franela, una faena de las suyas, emotiva y torerísima en la que el diestro estoico, hierático e impasible toreó en bellos pases por alto y sobre la mano derecha con tales apreturas, tal temple, que la música arrancó a tocar. Después vinieron series de naturales en los que Mondeño llevó muy toreado a su enemigo y a los que puso remate con pases de pecho profundos y graves. Pero al dar la cuarta “mondeñina” el toro, que se vencía y ya le había avisado, le volteó con aparato, siendo conducido a la enfermería en donde se le apreció fuerte conmoción que le impidió continuar la lidia. Mató Murillo al toro y se le otorgó una oreja que le fue llevada a la enfermería, de donde no volvió a salir.
Andrés Vázquez, que salía a torear sin quitarse los diecisiete puntos de su anterior percance, ha estado toda la tarde hecho un jabato. El toro que tuvo que matar por percance de Mondeño era un pajarraco que no tenía lidia posible. Andrés estuvo valentísimo y torero con él, en una faena de lidiador poderoso y lo mató con prontitud. Peor aún fue el que cerraba plaza. Un toro que se ponía por ambos pitones y quería coger. Valiente y sabia pelea con la res y hábil remate de pinchazo y estocada. Pero la nota aguda, brillante de su actuación la dio en el tercero de la tarde al que lanceó superiormente y le realizó una bella y armoniosa labor muleteril en la que el de Villalpando se recreó en el mejor y más auténtico toreo al natural y sobre la mano diestra, dando a los pases una longitud desusada. Escuchó música y ovaciones, pero al matar de dos pinchazos, media y dos descabellos, lo que pudo ser triunfo grande, quedó en ovación con salida al tercio.
Y esto ha sido todo en esta corrida de toros de la feria de San Antolín. Los tres espadas han triunfado sobradamente y en cuanto al ganado, los que dieron mejor juego fueron los tres de Arturo Sánchez lidiados en primer lugar. Los otros dos y el de Gandarias, ilidiables.
Y por hoy nada más, desde Palencia, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.