Madrid Beneficencia 16-6-66

TRADICIONAL CORRIDA DE LA BENEFICENCIA. ANTOÑETE CORTA UNA OREJA Y PACO CAMINO HACE UN QUITE PARA LA HISTORIA.

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Madrid, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.

     Con la presencia del Caudillo y su esposa, cartel de no hay billetes, plaza llena y clima de gran expectación, se ha celebrado esta corrida de Beneficencia, en la que han actuado el caballero rejoneador Don Fermín Bohórquez y los espadas Antonio Chenel “Antoñete”, Paco Camino y Santiago Martín El Viti.

     Abrió  plaza el caballista que con un toro manso de Los Castillones estuvo muy lucido, ganándose por ello atronadoras ovaciones. Haciéndolo él todo, prendió rejones de castigo y dos pares de banderillas a una mano y otro de las cortas, que fueron muy aplaudidos. Tras clavar un rejón de muerte, echó pie a tierra y después de prender una estocada intentó el descabello dos veces, echándose el toro. Fermín fue premiado con una ovación.

     Antoñete ha dejado una vez más constancia de su condición de torero valeroso y artista. Con el capote ha toreado muy bien en lances a la verónica que se han jaleado con calor, pues el madrileño ha sabido imprimir a los fundamentales lances ese sello de grandeza que sabe poner a su toreo. Su primer enemigo llegó al trance final poniéndose a la defensiva, topando más que embistiendo. Lo trastea sobre ambas manos y pese a la porfía y la entrega que pone a su labor el toro no le ayuda y no puede sacar nada más que muletazos sueltos. Mata de estocada y escucha una ovación. En el cuarto ha estado valentísimo, hasta el punto que el toro le ha cogido en dos ocasiones como para matarlo. Muy valiente y torerísimo, Antoñete ha realizado una faena en la que ha expuesto y se ha jugado la cornada en cada muletazo, pues el toro se quedaba muy corto y se revolvía en un palmo de terreno, mostrándose incierto y probón. Pero como el torero quería, le sacó varias series de muletazos en redondo y al natural que se jalearon con fuerza y cuando mató de una entera se le otorgó una oreja paseada en triunfal vuelta.

     Paco Camino ha toreado con el capote de forma magistral. Sus lances a la verónica al primero de su lote han sido de pura filigrana y al quinto, las verónicas de saludo han sido perfectas, plenas de ritmo, de armonía  y de clásico acento. Pero donde Paco ha estado inconmensurable ha sido en un quite por chicuelinas, su quite de oro, que pasará a la historia como modelo de gracia, salero y emoción estética y dramática a la vez. Fue un quite en el que el grabo y la entrega del torero se conjugaron de manera perfecta, componiendo un todo pleno de arte y sabor torero. El espada citando de frente, adelantando el capote, prendía en él a su enemigo y llevándole toreadísimo giraba lentamente al llegar el toro al costado. La ovación fue estruendosa y Paco tuvo que saludar en dos ocasiones montera en mano para corresponder a las manifestaciones de justo entusiasmo y aun cuando cambiaron de tercio el torero hubo de seguir saludando. Algo único.

     Con la muleta en su primero estuvo con muchas ganas, con un toro cobardón y de media arrancada que no tenía lucimiento posible. El maestro intentó todo sin encontrar la necesaria colaboración de su enemigo y cuando mató de media y descabello a cuerpo limpio, escuchó una ovación en tanto que se pitaba al toro en el arrastre. Ya había formado la que había formado en el quinto con el capote, cuando en medio de una gran expectación requiere el de camas los trastos toricidas e inicia su trasteo con unos muletazos por bajo muy toreros y que le valen oles y fuertes ovaciones. El toro tiene media arrancada y llega un tanto incierto a la muleta del camero, pero como Paco templa y manda, logra varias series de naturales marca de la casa que entusiasman y hasta lo pasa en derechazos de muy buena ejecución. No está el toro para fiestas, pero el torero sí y le llevó a cabo una excelente labor muletera, con pases de gran calidad sobre ambas manos que enardecieron a los aficionados. Faena de orejas que se quedó en vuelta triunfal por precisar de varios pinchazos, una corta y dos golpes de cruceta para finiquitar a su enemigo.

     Santiago Martín El Viti al igual que sus compañeros de cartel, no ha encontrado material adecuado para el lucimiento. A sus dos enemigos, mansos y cobardones, deslucidos a mas no poder. Los ha toreado por verónicas de clásica ejecución y las ovaciones y los olés han premiado su intervención con la capichuela. Su primer enemigo llegó a la muleta embistiendo con la cara alta, sin emplearse y el de Salamanca lo ha toreado porfionamente sobre la diestra y al natural, haciéndolo todo a fuerza de jugarse el tipo. Mató a este toro de soberano espadazo y certero descabello y escuchó ovación con saludos, siendo el toro pitado en el arrastre. El sexto fue devuelto a los corrales, no sabemos aún porqué. El sobrero salió echando las manos por delante, frenando ante los capotes y esperando en banderillas. Fue otro toro deslucido con el que Santiago se enfrentó animosamente pese a que el toro más que embestir, topaba y estaba a la defensiva. Breve faena y lo finiquita de pinchazo, una corta y descabello y se le ovacionó.

     Los toros de Fermín Bohórquez dieron el juego reflejado en este comentario. Y por hoy nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.-