LA CRÓNICA: APARICIO, ORDÓÑEZ Y CHAMACO

JULIO APARICIO, ORDÓÑEZ Y CHAMACO EN LA MONUMENTAL.
Barcelona 12 de junio de 1958. 
 
Con un lleno celebró la anunciada corrida de toros, en la que actuaron Julio Aparicio, Antonio Ordóñez y “Chamaco”.
 
JULIO APARICIO, al que le persigue la mala suerte en los sorteos, estuvo hecho un maestro, tanto con el capote como con la muleta en la lidia de su primer toro, Al que abrió plaza lo toreo admirablemente por redondos, pero el toro se le vino abajo y tuvo que abreviar. Estocada y ovación al canto. El cuarto, manso, tenía muy poca fuerza y se caía a cada momento. Aparicio, tras un breve trasteo, lo pasaportó de media estocada y descabello a la segunda. En quites estuvo muy oportuno y en todo momento su clase de torero y su capacidad artística  suplió las dificultades de sus enemigos.
 
ANTONIO ORDÓÑEZ sigue su racha de triunfos. No se puede torear con más pureza, con más sentido artístico ni con más poderío que como lo ha hecho el torero de Ronda. Ovaciones al torear ton el capote, teniendo que saludar montera en mano y durante sus dos colosales faenas. Maravillosa interpretación del toreo al natural con ambas manos. Armonía, naturalidad, arte en suma. Mató de estocada a su primero y hubo oreja, y de pinchazo, estocada y descabello su segundo, y le dieron otra oreja con dos vueltas al ruedo. ¡Gran tarde la de Antonio!
 
“CHAMACO” pencó con un lote manso y peligroso que hasta parecía chaqueteado. El torero de Huelva poco pudo hacer con este material. Sus enemigos incondicionales se despacharon a gusto, pero en verdad pocos toreros podrían haber sacado más partido que el que él sacó. Otra vez será.
 
G. DE CORDOBA