JAIME OSTOS

JAIME OSTOS EN SON DE GUERRA.
 
Barcelona, 31 de mayo de 1955 para “La Tienta”
 
Recuerdan ustedes a los desaparecidos Ignacio Sánchez Mejías, Maera y al “Chato” Valencia? (*) pues un torero de ese corte, con esa misma casta, con esa fibra de hombre, con ese mismo amor propio y con ese temperamento es Jaime Ostos. Qué valor sereno, qué conciencia del porqué y el cómo debía hacer las cosas. Esto se está poniendo bueno. Quién dijo que tenía valor Chamaco? Pues que vea a Jaime Ostos y ya me dirá qué le parece. Es un caso, un torero de los de antes de la guerra, pero la del 14.
 
Jaime no sólo reúne esa cantidad de valor a que hago mención, sino que torea muy bien con capote y muleta. Buena la tiene formada a estas horas por Barcelona!!
 
Poco le importa que los toros le echen la cara arriba, que le quieran coger y que hasta le cojan. Él sale dispuesto a jugársela y a reclamar su parte en el festín del toro. Una parte que no es una migaja, sino la parte del León.
 
Esperábamos mucho de Jaime Ostos y no nos ha defraudado. Con él vuelve a la Fiesta el torero cabal, prototipo de casta y amor propio. Está en son de guerra y no creemos que esté dispuesto a dar cuartel.
 
Con el capote le han tocado la música por un escalofriante quite por chicuelinas y con la muleta ha realizado tres faenones que de ser coronados por la espada, hubieran repercutido en toda España. Pero es igual, con orejas o sin ellas el público de Barcelona ha sabido ver en él un torero de cuerpo entero y un torero de multitudes. La de veces que va a poner el cartel de “no hay billetes”. En cuanto lo vean anunciado, ya pueden ir haciendo cola porque va a haber tiros para las entradas. 
 
Casta, casta y casta, estas tres cualidades que tanto echábamos de menos, perfectamente conjugadas con un buen corte de torero. A la salida los comentarios de los espectadores: “que lo pongan con Chamaco,  ver quien se lleva el gato al agua”.
 
Los novillos de doña Eusebia Cobaleda, broncos y duros, dificilísimos en todos los conceptos. Pocas corridas de este hierro van a querer torear las “figuras”.
 
(Notas del Blog)
 
(*)  MANUEL GARCÍA Y LÓPEZ “MAERA”
“… largo, desgarbado y con todas las desventajas que un pergeño físico puede ofrecer, sabía, no obstante, llegar a los públicos enseguida y tanto se estrechaba con los toros, tal valentía puso en la ejecución de las suertes, que no solo resultaban éstas emocionantes en alto grado, sino que incluso le prestaban a él una gallardía y una arrogancia tan varoniles que le permitían rendir a los escépticos. 
Se apretaba mucho con la capa, era un formidable banderillero, mordía a los toros, de puro valiente al manejar la muleta y por último, hacía rodar frecuentemente a sus enemigos de grandes estocadas.”
 
(*) “EL CHATO” VICTORIANO ROGER VALENCIA II
 
“…diestro fue éste a quien sus arranques y guapezas le dieron mucho cartel. Toreaba generalmente muy parado y ceñido, tanto con el capote como con la muleta y aunque solía manejar ésta casi exclusivamente con la mano derecha, los públicos se lo perdonaban al verle clavar los pies en el suelo y sacar dicho engaño por el rabo de la res. Además era muy valeroso al matar.”
 
“HISTORIA DE LOS MATADORES DE TOROS” (DON VENTURA)