JAIME BRAVO- "SOLANITO"- LUIS DÍAZ

EL VALOR DE JAIME BRAVO, EL TEMPLE DE RAMÓN SOLANO, LA MANO IZQUIERDA DE LUIS DIAZ.
 
Barcelona, 3 de agosto de 1953
 
Cójase una tonelada de dinamita, tres de trilita y un portaaviones de impavidez, mézclese todo esto en la retorta y obtendremos un torero con valor a toda prueba. Y si a estos ingredientes le sumamos una buena dosis de arte, mejor que mejor. Pues de todo esto parece que está hecho el mejicano Jaime Bravo  a juzgar por su actuación de esta tarde.
 
JAIME BRAVO, joven, simpático y con una afición loca, no viene a mendigar nada. Viene a reclamar a instancia de su valor y de su arte un puesto entre las primeras cuentas corrientes de la torería. Torero de alboroto, de desenfreno en la emoción. Se juega la piel con una serenidad que da susto. Es un torero que va a poner a media Barcelona enferma del corazón. No le importa que los novillos se le queden en las zapatillas ni que le punteen con las afiladas cuernas los bordes del vestido. En un palmo de terreno ha toreado a este novillo por naturales, derechazos, arrucinas, molinetes, todos los pases conocidos y por conocer, todos entre los pitones pero corriendo muy bien la mano. No puedo decirles con seguridad si hubo música o no, pero creo que, si la hubo, no se pudo escuchar por mucho rato, pues las ovaciones de la multitud lo hacían imposible, cosa que ha sido lo mejor para el prestigio de la "Popular Sansense", pues estamos seguros que a más de un profesor se le secaría la garganta por la emoción y no lograría sacar ni una sola nota. A mi lado había un señor que estaba verdaderamente congestionado y cuando quería gritar sólo se le escuchaban murmullos inarticulados. Si tengo un camión de tila me hago rico! 
Y Jaime, como si la cosa no fuera con él, conservaba su tranquilidad. Y eso que le han cogido los novillos como para matarlo. Aún no he comprendido por dónde le pasan los toros al mejicano. Sinceramente, creo que por medio, pues no se puede pasar por otro sitio. Un quite precioso por gaoneras y un muleteo reposado a su primero con un aire de ausencia que no le ha dejado en toda la tarde. A su segundo lo recibió con tres faroles de rodillas, después naturales y derechazos de mucha exposición. Cortó la oreja en el que cerró plaza y dio la vuelta al ruedo en su primero. Paso a un torero de polémica, de bofetadas, de sustos, de locura y en resumen, DE TAQUILLA.
 
Fácil, extraordinariamente fácil ha estado como de costumbre RAMON SOLANO. Solano lidia para poder después torear de acuerdo con los cánones más puros. A cada toro sabe darle la lidia adecuada y por eso sale a triunfo por tarde y a oreja por novillo despachado. De la manera que templa con capote y muleta hay pocos novilleros que lo hagan. Sin una arruga, sin un movimiento brusco, templando y mandando como lo que es, como un verdadero maestro. Nos ha deleitado con dos faenas diametralmente opuestas, pues completamente distintos fueron los toros que le salieron por el portón de los sustos. A su primero, que era un noble novillo con unas defensas pavorosamente afiladas, lo ha toreado al compás de la música y entre aclamaciones con una y otra mano de manera portentosa. Y como quiera que logró una gran estocada, cortó una oreja y dio triunfal vuelta al ruedo, recorrido que se vio obligado a repetir al pasaportar al quinto de la tarde con otra gran estocada de perfecta ejecución. 
 
LUIS DÍAZ va de superación en superación. En un principio era un muchacho que apuntaba una buena clase toreando con la muleta, pero miren por donde que el madrileño ya no solo apunta sino que tira a matar con una puntería asombrosa. Tiene empaque y personalidad bien definida con la muleta tanto en la mano diestra como en la siniestra. Pero sobre todo, Luis Díaz es el torero de la mano izquierda, de una mano izquierda de maravilla. Adelanta la muleta y en esta posición deja que el novillo llegue a ella y cuando parece que se va a estrellar, para la descontrolada arrancada de la res y con un temple inigualable, atempera la embestida al son que su muñeca impone a instancia de su voluntad creadora. Y ya hecho esto, desliza suavemente la mano sobre un semicírculo perfecto una y otra vez, entre el entusiasmo del público que no deja de escuchar los sones del pasodoble torero. Las palmas echan humo y cuando ve a sus pies herido de muerte al de Clairac, revolotean millares de pañuelos reclamando las dos orejas que justamente le son concedidas por la Presidencia. En el sexto y cuando todo marchaba hacia un faenón que haría historia, tuvo la desgracia de que al novillo se le partiera una mano y hubo de poner término a su actuación muleteril, dejándonos con la miel en los labios. Fue una verdadera pena, pues el torero estaba muy a gusto y el público disfrutaba de lo lindo. Escuchó una gran ovación. 
 
Los toros pertenecieron a D, Leopoldo L. Clairac y dieron en general buen juego y no ofrecieron dificultades para los de a pie, salvo el cuarto que fue peligroso. Con el palo muy bien Hiena y con las banderillas y capote Mesita y Piquer. Los tres matadores salieron en hombros. 
 
        
La cantante italiana Katina Ramírez, junto a los valientes novilleros Ramón Solano y Luís Díaz, momentos antes de hacer el paseíllo en Barcelona.