El Escorial 10 de agosto de 1962
DIEZ OREJAS SE CORTARON ESTA TARDE EN EL ESCORIAL. LOS HERMANOS PERALTA, APARICIO, OSTOS Y ORDOÑEZ TRIUNFADORES.
Se llenó la plaza de toros de El Escorial de un público entusiasta, apasionado y entendido. Hasta tal punto fue el llenazo que hubo hasta avalancha. Tarde espléndida, prometedora de grandes acontecimientos que después cuajaron en realidad.
Los hermanos Ángel y Rafael Peralta, formaron uno de sus clásicos alborotos. Toda la bella escuela de los grandes caballistas, su espléndida doma, su perfecto dominio de conquistaron una vez más para los extraordinarios artífices del toreo a caballo, un brillante éxito. Rejones, banderillas a dos manos y su famosa rosa, fueron colocadas por ambos hermanos son sinigual pericia entre clamores de la multitud. Y cuando don Ángel mató al toro de un rejón de muerte y certero descabello, pasean por el ruedo las orejas de su enemigo entre una lluvia de prendas de vestir.
El enfado del público por el llenazo que colmaba la plaza, haciendo que el aficionado permaneciese en pie en muchos tendidos ante la gran multitud de espectadores, lo tuvo que pagar injustamente Julio Aparicio que por el contrario tuvo en primer lugar un toro sosote y mansurrón como todo el encierro de Atanasio Fernández. No tenía lidia de posible lucimiento como lo pudo demostrar Julio en un breve trasteo sobre la derecha antes de agarrar una gran estocada y las gentes, incómodas, se enfadaron. Pero bien poco vino a durar el enfado, lo justo hasta que salió al ruedo el cuarto de lidia normal y se abrió ante él de capa el madrileño. Toda su largura, enorme sapiencia y gran arte al servicio de una técnica depurada, brilló con luz propia en unos lances a la verónica que fueron cumplidamente jaleados como las verónicas que compusieron su quite. Y ya con el público entregado, salvo algunos últimos antis, brindó al público su trasteo muleteril que fue un dechado de dominio y arte, de temple y estética. Faena modélica, trasunto de un arte glorioso que ha colocado a Julio Aparicio en figura inamovible de la fiesta como un torrente que vino a refrescar las pasiones partidistas haciendo que todas las miradas se centrasen en su toreo. No se puede hablar de temple si no se tiene presente la muleta privilegiada de este señor. Con clima de éxito, clava una estocada entera y es premiado con las dos orejas con las que da triunfal vuelta mientras las lanzas de sus detractores se vuelven cañas. Maestro.
Antonio Ordóñez, en la órbita de máxima exigencia por parte de los aficionados, ha tenido en primer lugar un toro sosote que por falta de fuerza cabecea y se defiende, pero el capote del de Ronda le lleva, aunque a regañadientes cosido en unos lances a la verónica que se jalean y le realiza una faena sobre ambas manos en la que el toro de media arrancada, toma la muleta con aspereza. La faena, abundante de detalles torerísimos, tiene como remate una estocada un tanto desprendida, cosa que no agrada al respetable. Y en el quinto, de nuevo el capote mandón y torerísimo, templado, armonioso y artístico de Ordóñez, se mece en unas verónicas de ensueño que promueven alboroto en los tendidos. Y después, con la roja franela, una faena de gallardía y enjundia torera, de clasicismo y arte en el que el de Ronda gusta de pasarse a su enemigo en varias series de derechazos y pases de pecho y otros de adorno de primor. Otra estocada entera y la aclamada faena es premiada con las dos orejas y la vuelta triunfal.
Jaime Ostos, triunfador en todos los ruedos a fuerza de valor y arte ha alcanzado esta tarde otro triunfo. Porque el de Écija, que está más valiente que nunca, no desperdicia ocasión para hacerse aplaudir. Enorme en lances a la verónica, monumental y definitivo en dos faenones de antología en los que empleó con profusión la mano diestra entre el clamor constante del público y donde la mano izquierda se movió de forma increíble dibujando la perfección del pase natural y de pecho. Dos faenas estas que ha realizado en El Escorial y en el día de San Lorenzo, en las que ha puesto toda la carne en el asador. Mató a su primero de estocada y tres descabellos y cortó las dos orejas. Y para que se vea la grandiosidad de la faena al que cerró plaza, basta decir que pese a matar de cuatro entradas y descabello, también se le otorga doble trofeo auricular y aun se le saca en hombros de la plaza.
Un gran éxito el de la corrida de hoy en El Escorial, pese a que el ganado de Atanasio Fernández no se prestaron mucho al lucimiento con su sosería y mansedumbre. Y nada más, hasta mañana a la misma hora en que volveremos a estar con ustedes, muy buenas noches a todos.-