Castellón, Feria de la Magdalena 9 de marzo de 1969

Los españoles en esto de los toros creemos saber más que nadie. Pero nadie sabe de toros lo suficiente...

Castellón 9 de marzo de 1969
Primera de la feria de la Magdalena
 
6 Toros de D. Hos. Carlos Núñez
- Antonio Ordóñez
- Santiago Martín El Viti.
- Miguel Márquez
 

CUATRO OREJAS Y TRIUNFAL SALIDA PARA MIGUEL MARQUEZ. GRAN FAENA DE ORDOÑEZ. VITI, OVACIONADO

Comentario a corrida de toros celebrada esta tarde en Castellón de la Plana, primera de su feria de la Magdalena, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 9-3-69

     Los españoles en esto de los toros creemos saber más que nadie. Pero nadie sabe de toros lo suficiente para sentar cátedra. No resultaba fácil saber ver las dificultades que han tenido los toros de los herederos de Carlos Núñez, con su continuo gazapear y difícil lucimiento.

     Se abrió la tarde con un esplendoroso toreo de capa del rondeño Ordóñez que recoge al primero del campo tarifeño con dos lances rodilla en tierra magistrales, para estirarse después en cinco verónicas y media de remate prodigio de elegancia, hondura y clase. En cada una de ellas el maestro fue ganándole terreno a su enemigo hasta llegar a rematar casi en los medios con la media clásica. La ovación sonó fuerte. Ese grandioso picador que es Barroso se hace ovacionar al picar como él sabe hacerlo y tras ser brillantemente banderilleado el de Núñez, Antonio Ordóñez brinda la muerte de su enemigo al respetable una faena del más depurado corte en la que templó y corrió la mano imprimiéndole ritmo a la franela en las diferentes tandas de pases en redondo y al natural. Adelantando el engaño, citando de frente, prendiendo a su enemigo con la muleta para después tirar suavemente de él hasta consumar el pase en toda su amplitud y grandiosidad. La faena, que había entusiasmado al público, tuvo el indudable mérito de que fuera hecha a un toro un tanto distraído y sin fijeza, pero al que supo domeñar con la suave magia de su sentido de interpretar el toreo. Cuadró el toro, se perfiló el maestro en corto y cuando arrancaba a matar, el toro se le vino inopinadamente encima haciéndole un extraño lo que motivó que la espada cayese un tanto desprendida. Hubo un sector del público que afeó al torero la colocación del acero. Pero como quiera que la mayoría del público le ovacionara fuertemente, Antonio dio la vuelta al ruedo. El cuarto punteaba y echaba las manos por delante ya de salida. Pese a ello Ordóñez le cuajó cuatro verónicas de las suyas. Tras tomar una sola vara a petición del público se cambió el tercio y pasó el burel a manos del espada, que ya había advertido la condición pegajosa y  gazapona de la res, por lo que trató de encelarlo y domeñarlo doblándose con él en un vano intento de intentar corregir tan peligroso defecto. Pero con este toro no había nada que hacer. Lo esperó el maestro exponiéndole y aguantándole una barbaridad en varias tandas de derechazos y naturales, pero el público no valoró el meritorio trasteo que el de Ronda llevaba a cabo y cuando mata de pinchazo y estocada en su sitio, se enfadan con él.

     El segundo de la tarde hubo de ser devuelto a los corrales por aparecer en la plaza con el pitón derecho partido por la cepa, sin duda alguna, a consecuencia de haber rematado en la pared a la salida de los chiqueros. El sobrero pertenece a la misma vacada y es un manso que sale suelto del caballo y llega a la muleta con nula fuerza, doblando de manos y cayéndose al menor esfuerzo. El Viti lo saludó con unas verónicas plenas de hondura clásica en las que llevó muy bien toreado a su enemigo, ganándose por ello una gran ovación. Y como el diestro de Vitigudino es uno de los espadas que mejor uso hacen de ese don que es el temple, le realizó una excelente faena en la que, llevando la muleta a media altura con suavidad admirable, le sacó un partido insospechado luciendo especialmente varias tandas de naturales en los que parecía llevar materialmente prendido a su enemigo de los vuelos de la franela. Y eso fue lo que hizo Santiago al toro, mantenerlo de pie, sacarle una interesante labor muletera a fuerza de mimo y suavidad exquisita. Una gran estocada y un certero descabello acabaron con el inválido y hubo una gran ovación para El Viti, que saludó agradecido dese el tercio. El quinto derribó con aparato en la primera vara y el diestro charro lo torea superiormente con el capote. A la muleta llega embistiendo con la cara alta y frenando, con poca fuerza. Pese a ello le saca una entonada faena, cuajando derechazos de buen trazo que se jalean, pero cuando quiere torear al natural, el toro se le queda corto y se le vuelve con peligro. Valiosa y porfiona labor de El Viti que mata de dos pinchazos y estocada.

     Miguel Márquez ha triunfado al cortar a sus dos enemigos las dos orejas tras torear con ilusión y vibración torera, en un alarde de entrega constante. Siguiendo su camino, esa senda triunfal que le ha llevado a ser figura de la fiesta, Miguel Márquez ha asombrado a propios y extraños con una actuación verdaderamente apoteósica. Con el capote ha brillado con luz propia al torear a la verónica a sus dos toros. Y al llevar al primero de ellos al caballo con unas chicuelinas galleadas preciosas, las ovaciones atronaban en honor del joven torero de Fuengirola que ha toreado a la verónica como los mejores maestros. Con la franela ante dos toros de verdad –todo el encierro bien presentado y con astifina cuerna- ha cuajado dos excelentes faenas. Dos trasteos muleteriles en los que al lado del valor sereno y consciente, ha hecho gala de un arte y unos conocimientos del toreo verdaderamente admirables. Llevando en todo momento muy bien toreados a sus enemigos, corriéndoles la mano de forma colosal, templándoles, ha ligado series de pases sobre ambas manos en los que ha sabido imprimir su personalidad vibrante, que ha llegado con inusitada fuerza a los tendidos que puestos en pie le han ovacionado. Dos faenas variadas y artísticas en las que su natural valor ha quedado apagado al lado de su juvenil maestría. Una gran estocada hizo morder el polvo a su primero y al que cerró plaza lo finiquitó de pinchazo y estocada. En ambos le otorgaron las dos orejas con petición de rabo en su primero y tras pasear los trofeos por el ruedo, salió de forma triunfal de la plaza. Buen principio de temporada para Miguelito Márquez que sigue con los mismos ánimos que en la pasada.

     La corrida de los herederos de Carlos Núñez dio el juego que queda reflejado en este comentario. Y nada más, ya la temporada está en marcha. Hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.-