BARTOLOMÉ JIMENEZ TORRES

ENTRE CÓRDOBA Y SEVILLA: BARTOLOMÉ JIMENEZ TORRES
 
24 de junio de 1953 para “Toros y Deportes”
 
Con motivo de la festividad de San Juan, se celebró la acostumbrada novillada en la que se lidiaron seis ejemplares de Manuel Álvarez Hnos. los cuales acusaron nervio y no cumplieron en general con los caballos. Los encargados de pasaportarlos fueron Juanito Bienvenida, que reaparecía, Bartolomé Jiménez Torres y Francisco Villanueva, nuevo en esta plaza. A la hora de dar comienzo la corrida, la plaza presentaba un buen aspecto imperando en los tendidos un buen número de turistas y marinos norteamericanos, los cuales contribuyeron a que la entrada fuese de consideración. 
 
Entre Córdoba y Sevilla hay un pueblo que en Andalucía llaman La Ciudad de las Torres, por estar embellecido por un crecido número de ellas. Es curioso observar que aunque Écija, que así se llama el pueblo en cuestión, pertenece a Sevilla, sus habitantes gustan sobremanera del temperamento y costumbres de Córdoba, sin dejar por ello de ser sevillanos. Écija es como un café con leche mezcla de Sevilla y Córdoba. Y si los ingredientes son buenos, la mezcla tiene que resultar superior para el paladar. Así ha surgido de esa bella tierra un torero que se ha hecho para el deleite exclusivo de los paladares finos. Un torero que encierra en su cuerpo el temple y el valor sereno de los toreros de la Ciudad de los Califas y el arte vistoso y colorista de los nacidos a la sombra de la Giralda. 
 
Figúrense por un momento un torero con estas características y rápidamente comprenderán que es una cosa fuera de serie, apartada de lo común y de lo vulgar. Con el capote torea a la manera cordobesa, sobria, bellamente. Y con la muleta aun siguiendo dentro de esta norma, impregna su labor con unas pinceladas sevillanas que dan a su arte una personalidad bien definida. Mucho me ha gustado JIMENEZ TORRES en esta su tercera actuación en Barcelona. Con el capote ha toreado a la manera clásica y ha sabido mover la muleta con toda la elegancia y plasticidad de líneas que distinguen a una gran figura. Ahí en el centro de la plaza. Lástima que la espada por haber pinchado una vez antes de lograr la estocada y haber descabellado a la segunda, le haya privado de corte de oreja que muchos espectadores ya pedían. Ha dado no obstante una vuelta al ruedo de verdad entre el entusiasmo del público y en medio de una lluvia de prendas de vestir. 
 
A su segundo, que llegó muy castigado en varas, lo ha toreado con mucha cabeza impidiendo que el novillo se cayese, lo que si bien ha carecido de relumbrón, ha tenido un gran mérito que el público ha sabido ver y premiar al ovacionarle fuertemente al retirarse al estribo.  
 
Ha vuelto JUANITO BIENVENIDA  a torear tras una larga ausencia en Barcelona y en verdad que aunque ha cargado con el peor lote, ha estado en todo momento muy valiente y torero. Con el capote ha toreado elegantemente a la verónica y con la muleta ha logrado algunos muletazos a fuerza de exponerle a sus novillos lo indecible. Su primer enemigo se vencía de forma alarmante por el pitón derecho y por el izquierdo no era lo que se dice una perita en dulce. Otro tanto le ocurrió con su segundo novillo, por lo que con muy buen criterio se limitó a trastearlo y quitárselo de en medio muy decorosamente. En el que abrió plaza escuchó una gran ovación y en el cuarto, protestas de los eternos descontentos. 
 
El debutante FRANCISCO VILLANUEVA está aún por hacer, pues se ha mostrado sin ser todo aquello que una propaganda mal enfocada ha dicho de él. Que será o no será no nos atrevemos a pronosticar. Ha estado valiente en todo momento pero con mucho nervio. Con la muleta se muestra más fácil que con el capote y ha logrado unos derechazos si bien no perfectos, marcados por el sello de la temeridad. La espada aún no es su fuerte, pues se arranca a matar muy de lejos y con la mano muy alta. En honor a la verdad, digamos que el muchacho lleva muy poco toreado. Ha dado la vuelta en su primero y esperaremos a verle en una nueva ocasión. 
 
CURRO FETEN.
 
       
          Bartolomé Jimenez Torres