Badajoz Feria 24 a 26-6-66

Ver a Curro Romero es como jugar a una lotería de arte y duende. Que se tiene fortuna, que sale el gordo, pues a hablar largo y tendido, a deleitarse con la magia asombrosa de su capote y muleta. Los más de los días,-los artistas son así- el camero no sale, vamos, que no toca la lotería. Pero cuando sale siquiera un reintegro, los aficionados tienen tela cortada para rato.

                                                  

DOS OREJAS Y RABO PARA ANTONIO ORDOÑEZ. SANTIAGO MARTIN EL VITI TAMBIEN FUE OREJEADO.

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Badajoz, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 24-6-66

     Llegamos a estas tierras cálidas de Extremadura de madrugada. Una madrugada fresquita que nos hizo concebir ciertas esperanzas en relación con la temperatura reinante. Badajoz en fiestas es admirable. Por sus calles los portugueses ponen una nota de alegría porque ya se sabe que la mejor feria de Portugal, como dicen por estas tierras, es la de Badajoz. Sus corridas de toros son famosas en el vecino país y de él llegan  miles de aficionados para disfrutar de su espectáculo predilecto. Y esta tarde, el cartel era de auténtica categoría: Antonio Ordóñez, Curro Romero y Santiago Martín El Viti, con un encierro del hierro del Marques de Domecq.

     Antonio Ordóñez fue jaleado al torear a la verónica al primero de la tarde. El toro llega al trance final quedándose corto, sin emplearse, pero el de Ronda, haciendo gala de su técnica y su arte extraordinario, logra sacarle una faena entonada y torera, con pases sobre ambas manos. Remiso estaba el toro a la embestida, pero Antonio supo pisarle el terreno adecuado y a fuerza de llevarle muy toreado logró sacarle la entonada labor que le realizó. Mató de pinchazo y una entera y fue ovacionado con salida al tercio. En el cuarto toro Antonio ha toreado con sencilla maestría, con completa naturalidad, llevando a efecto con capa y muleta una auténtica obra de arte de principio a fin. Pleno de inspiración, ha toreado a la verónica con un gusto exquisito. En cada verónica el genio ganaba un paso a su enemigo, hasta llegar a rematar con media magistral en el mismo centro de la plaza. La ovación fue de gala empalmada con la que vino después al llevar a su enemigo por chicuelinas galleadas hasta colocarle en suerte de ser picado. Tras tomar el toro una vara, supera su anterior toreo a la verónica con cuatro lances de maravilla y la media que cierra la serie. Ya con ambiente de acontecimiento en la plaza, brinda Antonio a otro Antonio ilustre, Bienvenida y a tal señor, tal honor. A tal torero, tal brindis. Fue una lección de naturalidad, maestría de dominio presidida por la ortodoxia más depurada en una cuarentena de muletazos en los que no cabe mayor reposo ni mayor gusto. La templada muleta dibujaba con pausado y rítmico pulso, series de pases diestros en los que templaba de forma imponente la embestida de su enemigo hasta darle solución, remate con los ligados y magníficos pases de pecho. Y después, el pase natural en el que convergen todas las virtudes del toreo de Ordoñez. De frente, con la verdad por delante, ofreciendo el pecho y el corazón en el trance, una docena de pases en los que sentó cátedra. Cuando el rondeño pasaportó a su enemigo de una estocada entera, la plaza se cubrió de pañuelos en demanda de los máximos trofeos. Dos orejas y rabo con los que dio aclamada vuelta al ruedo.

        Ver a Curro Romero es como meter a una lotería de arte y duende. Que se tiene fortuna, que sale el gordo, pues a hablar largo y tendido, a deleitarse con la magia asombrosa de su capote y muleta. Los más de los días,-los artistas son así- el camero no sale, vamos, que no toca la lotería. Pero cuando sale siquiera un reintegro, los aficionados tienen tela cortada para rato.  En ello sin duda alguna estriba la personalidad torera de Curro Romero. Esta tarde de cálido sol extremeño, nos ha tocado el reintegro. Y decimos el reintegro porque con solo unos lances, con solo unas verónicas que ha instrumentado el artista, el aficionado ha quedado más que satisfecho. Ha sido la cosa en el segundo de su lote, al que Curro ha toreado a la verónica como él sabe hacerlo, con son y duende, con acusado matiz calé que ha llegado a todos. Pero es que además, Curro Romero nos ha regalado con media o una docena de muletazos sobre la mano diestra, que ha sido cosa buena. Tarde de reintegro de Curro Romero, que se ha mostrado fácil con el acero. Ahora, a esperar, a esperarle siempre, porque el gordo, como dice la copla, bien puede salir mañana. Ha sido aplaudido en sus dos toros.

        Ha podido Santiago Martín El Viti, el serio torero de Castilla, cortar las orejas al primero de su lote, al que ha toreado de forma excelente con capote y muleta y ha pasaportado de una estocada marca de la casa, pero el descabello, suerte a la que se le viene dando mucha importancia, le ha privado de trofeos. Porque cuando se torea como lo ha hecho el de Vitigudino a la verónica, cuando se liga una faena perfecta de temple, dominio y mando, cuando se torea con la autenticidad con que él lo ha hecho, el premio tiene que ser de orejas. Pisando un terreno extraordinario, jugando ambas manos con superior empaque, ha cuajado derechazos, naturales y de pecho que se han premiado con oles, música y ovaciones. Quedó el premio en aclamada vuelta al ruedo. El sexto no tiene mucha fuerza, rueda por el suelo. Santiago lo saluda con unas verónicas de fiesta mayor y le realiza después una torerísima faena con pases de mucha suavidad sobre ambas manos, que merecen el premio de la música. Mata de una estocada y descabello y se le otorga la oreja mostrada en aclamada vuelta al ruedo.

        La corrida del Marqués de Domecq, bien presentada y con muchos pitones, cumplió con los montados y con los de a pie. Y nada más, hasta mañana a esta misma hora en que les relataremos lo acontecido en la segunda de esta feria de Badajoz, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.-

                                                       

DOS OREJAS A DIEGO PUERTA, TRES PARA EL CORDOBES Y DOS PARA TININ.

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Badajoz, segunda  de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.  25-6-66

Se han colmado los tendidos de la vieja plaza pacense. El cartel era merecedor de ello, pues los espadas encargados de pasaportar el encierro de don Antonio Martínez han sido los afamados diestros Diego Puerta, Manuel Benítez El Cordobés y José Manuel Incháusti Tinín. Cartel de no hay billetes y expectación que después se vería ampliamente justificada, ya que la terna triunfó por todo lo grande.

        De sobra es sabido el valor y la casta de Diego Puerta, pero de un tiempo a esta parte, venimos advirtiendo en el joven espada de san Bernardo, que junto a su acreditado valor y su entrega constante, ha florecido un arte de la más depurada escuela sevillana. Tiene garra, duende y sentimiento de torero porque cada día, en cada toro, Diego va ganando en maestría, dominio y sabiduría. De su capote han salido unos lances a la verónica plenos de hondura y unas chicuelinas pletóricas de donaire y de inspiración. Esta tarde ha realizado dos faenas en la que ha desarrollado a la perfección los eternos postulados del bien torear. Su mano diestra ha dibujado pases en redondo que han entusiasmado al público. También la izquierda ha dejado escuchar su voz honda y grave en unos naturales mandones y torerísimos y a la hora de tirar de repertorio el maestro sevillano se ha sabido adornar con salero y garbo. Han sido dos faenas gemelas en méritos y arte. Mató a su primero de pinchazo y estocada y paseó en triunfo las orejas de su enemigo. Pero en el cuarto, el descabello a la quinta, tras espléndido espadazo, le privó del corte de orejas, quedando el premio en petición y vuelta entre ovaciones.

        El Cordobés la ha formado buena. Su toreo espectacular y personalísimo ha entusiasmado y su triunfo ha sido claro y definitivo. Formó el primer escándalo al saludar al segundo de la tarde con unos lances plenos de gallardía, en los que se fajó materialmente a su enemigo. La ovación que se le tributó se unió a la que escuchó al quitar acto seguido por apretadas chicuelinas, tras tomar una vara la res. La labor muletera del de Palma del Río tras brindar al respetable, fue de las que ponen el corazón en un puño, por las apreturas con que se pasa a su enemigo y por el comprometido terreno que pisa. Faena de escándalo en la que instrumentó toda clase de pases de su exclusivo repertorio, en medio del entusiasmo creciente de la multitud y que al rematar con una estocada y descabello a la tercera, fue premiada con la oreja de su enemigo. Pero donde la formó de verdad fue en el quinto de la tarde. El Cordobés es único, nunca se sabe por dónde nos va a salir y en este toro, brotó en toreo clásico, en torero ortodoxo. Es desconcertante, reposado, centradísimo con su enemigo, toreó sobre la derecha en pases de pleno dominio y de temple, que ligaba en dos metros con apretados pectorales. Vinieron después varias series de pases naturales llevando toreado a su enemigo haciéndole ir hasta  desembocar bajo el arco triunfal de unos pases de pecho de pitón a rabo magníficos. Después, para terminar de entusiasmar a los aficionados, vinieron los alardes de valor de unos molinetes de rodillas y otros muletazos por alto de espanto. Y la sorpresa final de una estocada hasta la mano en la que El Cordobés ejecutó magistralmente la suerte suprema como un virtuoso de ella. Descabelló finalmente y se le otorgaron las dos orejas en medio de los apasionados comentarios que siempre promueve su toreo y su sola presencia.

        José Manuel Incháusti “Tinin” ha triunfado también por todo lo alto y por todo lo grande pese a que su lote ha sido el más deslucido del encierro. Pero como el joven matador de toros madrileño tiene preparación y maestría más que suficiente, ha salido triunfante de la lidia de sus dos nada fáciles enemigos. Dos toros que han llegado al trance final con corta acometida pero les ha sacado un partido insospechado. Las primeras ovaciones a su labor se las ha ganado al lancear con excelente juego de brazos a sus dos enemigos. En quites también estuvo oportuno y torerísimo y el aficionado se dio rápidamente cuenta de que se encontraba ante un auténtico matador de toros, ante una figura importante. Pisando firme, serenamente, ha sabido correr la mano en series de pases diestros, naturales y de pecho que parecían imposibles, dadas las características de ambos toros. Torero largo, mandón y artista, ha merecido los honores de la música y las ovaciones. Mató a su primero de estocada y descabello y al que cerró plaza de otra gran estocada y en ambos paseó en triunfales vueltas al ruedo la oreja de sus enemigos. Dos orejas más, una en cada toro, que se suman a las muchas que lleva ya cortadas triunfalmente desde que es matador de toros.

        La corrida de Antonio Martínez estuvo magníficamente presentada, peleó superiormente con los montados y para los de a pie no ofrecieron dificultades. Un buen encierro.

        Y por hoy nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.-

                                                   

CLAMOROSA TARDE DE DIEGO PUERTA, PACO CAMINO Y EL PIREO.

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Badajoz tercera y última  de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.  26-6-66

Cierra Badajoz su feria en lo que a corridas de toros se refiere, con un festejo que por su desarrollo artístico bien podemos decir que ha sido extraordinario. En él se han lidiado seis toros de Santa Coloma, que han dado buen juego en conjunto, siendo premiado el que cerró plaza con la vuelta al ruedo por su nobleza y docilidad. Y con un encierro así ya se pueden figurar ustedes lo que ha ocurrido a la vista de los espadas que han compuesto el cartel. El público que llenaba la plaza, se ha pasado las dos horas que ha durado el festejo aplaudiendo a los tres espadas.

        Diego Puerta, en su línea de superación constante, ha vuelto a triunfar de forma apoteósica en sus dos toros. Nuevamente el torero de San Bernardo ha sido el más fiel y afortunado intérprete de la más depurada escuela sevillana. Su arte va arrinconando poco a poco a su legendario valor, sin que por ello éste haya mermado en lo más mínimo. Está Diego embalado en el triunfo y verle torear es un deleite para los más exigentes aficionados que admiran a los toreros de la tierra de María Santísima. Es un artista con valor o un valiente que tiene arte para hacer que de su capote y muleta broten lances y muletazos plenos de enjundia, gallardía y majeza. A sus dos enemigos los ha toreado a la verónica con tal gracia y hondura que la plaza se llenó de ovaciones delirantes. Con la franela ha estado a la altura de sus mejores tardes. Sus trincherazos, redondos, naturales, de pecho, molinetes y abaniqueos han tenido ese sello de autenticidad, la impronta de su arte. Por ello, cuando vio morir a sui primero de pinchazo y media estocada, se le otorgaron las dos orejas con petición de rabo y paseó en triunfo por el ruedo recogiendo prendas de vestir y los más variados objetos. En el cuarto, el presidente solo le otorgó una oreja cuando el público demandaba mayores lauros y por ello el usía se ganó la repulsa general y Diego se vio obligado a dar dos vueltas al ruedo mostrando el trofeo conquistado.

        Paco Camino está cumbre. Su inteligencia, clase y sentido toreo cautiva como ningún otro porque el camero está con ganas y con deseos de poner las cosas definitivamente en su sitio en este mundo tumultuoso del toro. A su primero lo ha toreado a la verónica y a la hora de meter el capotillo en el quite, ha bordado dos chicuelinas de las suyas, de su quite de oro, que han puesto a los aficionados en pie. Con genio y aspereza llegó la res a la muleta, pero el niño sabio dictó al cerebro órdenes de mando y el corazón sintió el toreo en tres series de pases naturales y seis muletazos por serie rematadas con los forzados de pecho que hicieron estallar la plaza en una gran ovación. La derecha siguió bordando el toreo y a la hora de los adornos, éstos fluyeron con salerosa galanura. Faena  de orejas que quedó en ovación al precisar de pinchazo, media, estocada y dos golpes de cruceta. En el  quinto no se puede torear mejor que como lo ha hecho el prodigioso niño torero de Camas. Su capote se ha movido con gracia y su muleta, ante un toro que embestía con la cara alta, ha dictado normas de depurada ortodoxia. Sus naturales, adelantando el engaño, citando de frente, con el pecho por delante y cargando la suerte, han sido portentosos. Naturales en los que ha templado de forma magistral, ha corrido la mano colosalmente y en los que ha dado a la suerte una amplitud y un remate admirable. Y cuando cierra su obra con unos de costadillo, la plaza es ya un mar de pañuelos. Mata de pinchazo, estocada y tres golpes de cruceta y el disloque. El presidente no concede más que una oreja. Paco la toma y la tira. La plaza cruje en ovaciones y entre las más extraordinarias muestras de entusiasmo, se le obliga a dar hasta cuatro triunfales vueltas al término de las cuales, se abronca a la presidencia.

        El Pireo, el tercero de la terna, ha sido el primero en cuanto a número de trofeos se refiere, pues el mozo de Las Margaritas ha cortado la friolera de cuatro orejas y dos rabos y ha salido al final del festejo en hombros de la enardecida multitud. Y es que esta tarde El Pireo ha vuelto a ser ese torero elegante, artista y señorial. Esa figura grande del toreo que todos esperamos de él y ha toreado con la muleta –con el capote no se ha acoplado- de forma maravillosa, plena de arte, pureza y calidad. Sus dos faenas muleteras han estado marcadas con el sello de la inspiración, de la más depurada técnica y de la más absoluta ortodoxia. Muletazos largos, hondos y sentidos en los que el de Córdoba ha dado medida adecuada de su calidad artística, de su categoría de torero. Dos faenas en las que ambas manos han dibujado el mejor toreo en series de pases en los que adelantaba el engaño y prendiendo en él a sus enemigos, tiraba lenta y suavemente de ellos para cuajar muletazos en redondo y al natural que rubricaba al término de las series, con los forzados de pecho de pitón a rabo. Enorme. Mató a su primero de pinchazo, estocada y descabello y al que cerró plaza de media y descabello a la primera y ya decimos que se le otorgaron las dos orejas y rabo de cada uno de sus toros y que al final le sacaron en hombros. Una gran tarde de tres figuras grandiosas.

        Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.-