Palencia, 2 y 4 -9-66

Diego Puerta, el torero para el que no hay plazas grandes ni pequeñas, públicos enterados ni heterodoxos.

Día 2 de septiembre de 1966
 
6 Toros del Duque de Pinohermoso
- Antoñete
- Paco Camino
- José Fuentes
 

COGIDA DE ANTONIO CHENEL “ANTOÑETE”.

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Palencia, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 2-9-66

     Esta tarde se ha celebrado en esta ciudad la tradicional corrida que en honor de San Antolín se celebra anualmente. El cartel en cuanto a toreros era de auténtico lujo. Actuaban Antonio Chenel “Antoñete”, Paco Camino y José Fuentes, con toros del duque de Pinohermoso, que estuvieron faltos de casta y clase y salieron casi todos sueltos de los montados, dando regular juego para los espadas.

     No tiene suerte Antoñete. No bien ha salido de un percance, le coge otro toro y le quita de circulación, cuando tantas empresas están pendientes de su nombre. El primero de la tarde salió cruzándose por el pitón derecho y estuvo a punto de arrollar a “Blanquito de Zaragoza”. Antonio lo vio rápido y saludó al de Pinohermoso con unas verónicas por el pitón izquierdo que se jalearon. Toma una vara la res que sale suelta y cuando el diestro madrileño lanceaba a la verónica en su turno de quites, el toro se le venció y con el pitón izquierdo le corneó con aparato. En brazos de las asistencias fue conducido a la enfermería donde se le apreciaron dos cornadas: una en la región inguinal y otra en la suprapílica, que fueron calificadas como de pronóstico menos grave y que le impidieron continuar la lidia.

     Por el percance de Antoñete, la corrida quedó en un improvisado mano a mano entre Paco Camino y José Fuentes. Camino pasaportó al toro causante del percance del diestro madrileño, a más de los de su lote, si bien hubo de actuar en segundo y sexto lugar, porque antes del festejo se había dispuesto que José Fuentes, que tiene que torear esta noche en Cádiz, matase los que se corriesen en tercero y cuarto lugar. Quedó así, tras los obligados cambios, el mano a mano: Camino mató los toros primero, segundo y sexto y José Fuentes los corridos en tercero, cuarto y quinto lugar, teniendo que permanecer en la plaza hasta que el camero lidió al último de la tarde, con lo que el esfuerzo por abandonar antes la plaza y ganar tiempo de cara al largo viaje fue inútil.

     Paco Camino realizó en el toro que hirió al madrileño una entonada labor muletera que se premió con música y oles de la parroquia. Toreó superiormente sobre ambas manos, en sucesión de pases de templada ejecutoria y extraordinaria calidad. Mató de media y dos golpes de cruceta y se le premió con una gran ovación con saludos. En el segundo de la tarde estuvo colosal. Con el capote toreó a la verónica de forma insuperable. Dos varas toma el de Pinohermoso, repuchándose. Con la franela realizó una magnífica labor. Sus dobladas iniciales fueron el prólogo a una faena en la que Camino nos recreó con la pureza de su arte, de sus naturales de extraordinario temple y de sus derechazos largos y pausados que rubricaba con sentidos pases de pecho de pitón a rabo. Las ovaciones no dejaban oír la música que sanaba en honor del diestro, cuando media estocada, pinchazo, estocada y descabello final dejaron reducido el premio a una gran ovación con saludos desde el tercio.  Al que cerró plaza lo toreó a la verónica y cuando remató con la media, la plaza vibró con la ovación que el público le tributó al diestro sevillano. Una sola vara tomó el toro a petición del espada y llegó a la muleta queriéndose quedar corto. Pero Paco le supo embarcar superiormente mandando y templando, logró sacarle una variada y compuesta labor muletera en la que el torero lo hizo todo, pues el toro distraído no quería pelea, Mató de pinchazo y estocada y fue despedido con nutridos aplausos.

     José Fuentes pencó en primer lugar con un toro falto de celo que salió suelto de los capotes y en los tres picotazos que tomó, evidenciando su condición de manso. El toro llegó al trance final embistiendo con la cara alta, pero José supo meter la muleta en unas excelentes dobladas, para torearle después por derechazos muy suaves y naturales de mando indudable, que pusieron la música en funciones. Faena de orejas que el de Linares perdió al precisar de pinchazo, estocada y tres golpes de cruceta, pero se le obligó a dar triunfal vuelta. El cuarto, segundo lidiado por él, tomó dos varas y salió suelto. A la muleta llegó derrotando y un tanto gazapón, pero a fuerza de consentirle y de llevarle muy toreado, le realizó una variada y artística labor muletera, que mereció los honores de la música. Lo mató de pinchazo y estocada y se le premió con una ovación. El quinto, también embiste con la cara alta y toma dos varas sin codicia. Su labor muletera, iniciada con unas portentosas dobladas rodilla en tierra, fue seguida con creciente entusiasmo por el público ya que Fuentes toreó de forma admirable sobre ambas manos, logrando muletazos de extraordinaria calidad y exquisito temple. Era de admirar cómo el maestro, adelantando la muleta, hacía más largo y prolongado el muletazo y cómo ligaba los pases. Por ello, cuando mató de estocada y descabello, se le premió con la oreja de su enemigo, con la que dio triunfal vuelta al ruedo, recogiendo toda clase de prendas de vestir.

     Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a ustedes muy buenas noches.-

 

Día 4 de septiembre de 1966
 
7 Toros de Pérez Angoso
  Álvaro Domecq
- Diego Puerta
- Manuel Cano “El Pireo”
- José Manuel Inchausti “Tinin”
 

ONCE OREJAS Y UN RABO EN LA SEGUNDA DE LA FERIA DE SAN ANTOLIN

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Palencia, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 4-9-66

     La corrida de esta tarde quedará por mucho tiempo en el recuerdo de los aficionados palentinos, que han tenido la suerte de ser testigos del festejo de hoy. Once orejas y un rabo han sido el balance de trofeos y de ello bien se puede suponer que el público lo ha pasado en grande y se ha divertido. Y es que Diego Puerta, Manuel Cano El Pireo y José Manuel Inchausti “Tinin” así como el caballero rejoneador don Álvaro Domecq, han tenido una tarde plena de aciertos. La única nota desagradable del festejo ha sido la lesión que ha sufrido el espada sevillano Diego Puerta, que recibió un fuerte varetazo en la axila derecha.

     Se han corrido toros de Pérez Angoso, primero y segundo y  otros cuatro del hierro de Antonio Pérez, que han cumplido con los montados y dieron el juego que quedará reflejado en este comentario.

     Diego Puerta es un torero para el que no hay plazas grandes ni pequeñas, públicos enterados ni heterodoxos. Él sale siempre dispuesto a darlo todo. Dignidad y honradez profesional. Decimos esto porque esta tarde, en el descuidado y viejo coso palentino, el diestro sevillano ha vuelto a dar una lección de pundonor y honradez. Esta tarde en el segundo de su lote, un toro que llegó a la muleta gazapeando, quedándose en mitad de la suerte y tirando tornillazos, ha estado a punto de pagar tributo de sangre. Por fortuna no ha sido así y Diego solo ha sufrido un fuerte varetazo en la axila, que tras matar a su enemigo en condiciones de evidente inferioridad, le ha impedido continuar la lidia. Pero hasta que esto ocurrió, el diestro de San Bernardo ha tenido una brillantísima actuación en sus dos enemigos. A su primero lo ha toreado superiormente a la verónica y al quitar por iguales lances, ha escuchado una clamorosa ovación. Tardeando llegó a la muleta el del hierro de Pérez Angoso, agotado y con media arrancada, pero Puerta lo supo meter en su muleta y a fuerza de mando, le sacó una variada y gravosa labor en la que puso en evidencia su sentido torero, su alegre estilo y lo templado y mandón de su franela, al dibujar derechazos, naturales, de pecho y otros de vistoso trazo entre el general contento del público. Mató de una estocada entera y paseó por el ruedo las dos orejas de su enemigo en doble y aclamada vuelta mientras los tendidos pedían el rabo para el matador.

     El cuarto de salida, frena ante el capote, echa las manos por delante y llega a la muleta gazapeando y tirando sus puñaladitas. Diego no le da importancia y a fuerza de exponer y aguantar la condición de su enemigo, le saca entre música y oles varias series de derechazos hasta que el toro, en un derrote, le infiere el paletazo al que hacemos referencia. Paco, aunque no puede con el brazo, sigue en la brecha y lo despacha, tras unos muletazos muy airosos, de media estocada. Y a la enfermería le llevaron el trofeo que le fue concedido con toda justicia. Otra lección más de este profesional del pundonor y la dignidad, del arte y el valor.

     Esta tarde Manolo Cano El Pireo ha estado inspiradísimo. De su capote han brotado lances del más depurado estilo y con la franela en su primero ha cuajado una extraordinaria labor muletera. Una faena del arte personalísimo del torero de Córdoba. Esta tarde el torero de las Margaritas ha toreado superiormente en naturales llenos de temple, armoniosos, rítmicos, en los que ha llevado muy toreado a su enemigo. Faena cumbre llena de inspiración. Y la derecha también ha dejado oír su voz en su lento ir y venir, llevando cosido a la franela a su enemigo. Faena de cincuenta muletazos en los que el torero se ha gustado a sí mismo. Mató de pinchazo, media y descabello y se le otorgaron las dos orejas y el rabo, mostrado en aclamada vuelta al ruedo. A este toro le cuajó dos extraordinarios pares de banderillas que se premiaron con otras tantas ovaciones. Al quinto también le cortó las orejas tras torearle muy bien con el capote y realizarle una faena muy templada y torera a la que puso remate con un pinchazo y media estocada. El toro, blando de manos, rodó por el suelo en dos ocasiones, pero él supo llegar con gran suavidad y le cuajó la faena que nadie esperaba.

     José Manuel Inchausti Tinin, está en la línea de los toreros poderosos que llegan a mandar en la fiesta. Y además el joven tiene arte. Arte en el embarcar y llevar toreadísimos a los dos mulos que le han tocado en desgracia hasta hacer, que a fuerza de mando y temple parecieran dos toros de lidia. Muchos problemas tenían que resolver sus dos toros y él los ha resuelto con su excelente sentido y su extraordinaria arquitectura torera. Mucho genio y aspereza tiene su primero, al que cambió con un solo puyazo y nos hizo creer que no iba a poder después con él. Pero aquí dio la primera prueba de su sentido de la medida. Genio y aspereza tenía el toro y además no andaba muy sobrado de fuerza. Eso lo vio pronto el torero con gran clarividencia y supuso muy bien que si le pegaban más al toro perdería fuerza que no genio y se defendería más peligrosamente. Esa fue su primera victoria. Después vino el torear con mando, arte y valor, ganándole con sentido y cabeza. Embarcó a su enemigo en varias series de naturales de largo y completo trazo y derechazos de magnífica ejecución. Mató de estocada y descabello a la segunda y hubo doble premio de oreja y petición de rabo con la consabida vuelta al ruedo al término de la cual, saco a saludar a sus compañeros de terna. El sexto de lidia normal tiene poca fuerza, dobla manos y rueda por el suelo al menor esfuerzo. A un toro así cuesta mucho trabajo cortarle la oreja, pero Tinin lo ha logrado gracias a que ha sabido llevarle con exquisito mimo, con temple insuperable en muletazos sobre ambas manos que se han jaleado con fuerza y se han premiado con música. Mató de una gran estocada y hubo oreja y triunfal salida de la plaza para el joven Tinin que había cuajado otra excelente actuación.

     Entre los toros tercero y cuarto actuó el caballero rejoneador don Álvaro Domecq Romero, que con un toro del hierro de Pérez Angoso, muy bravo, tuvo una brillantísima actuación. Haciendo gala de su magnífica escuela de caballista y rejoneador, prendió con extraordinaria destreza rejones y banderillas a una y dos manos y tras señalar un pinchazo hondo con la espada desde el caballo, prendió dos rejones de muerte. Pie a tierra, tras una breve y torera faena, pasaportó a su enemigo de una gran estocada y se le otorgó el premio de una oreja por su brillantísima actuación. Tras la aclamada vuelta, dio otra en unión de Puerta, El Pireo y Tinín con el mayoral de la vacada. La plaza se llenó y el público salía de ella comentando tan gran corrida.

     Y antes de despedirnos por hoy, comentarles una breve reseña del festejo llevado a cabo hoy en Barco de Ávila: Antonio de Jesús, dos orejas y dos orejas y rabo; Paco Corpas, dos orejas y dos orejas y rabo; Amado Ordóñez, oreja y vuelta.

     Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.