Cáceres, Feria 30 y 31-5-67

 
 
 
 
 
 
 
                Día 30 de mayo  de 1967
 
                6 Toros de Hºs de Carlos Núñez
 
               -   Diego Puerta
               -   El Cordobés
               -   Luis Alviz
 

GRAN TRIUNFO DE PUERTA, EL CORDOBES Y ALVIZ EN LA PRIMERA DE LA FERIA DE CACERES.

Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Cáceres, primera de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 30-5-67

Con un ambiente de gran expectación que quedó reflejado en las taquillas con el cartel de no hay billetes, se ha celebrado esta tarde en Cáceres la primera de sus corridas feriales. Para tal acontecimiento había preparado la empresa un bonito encierro de los Herederos de Carlos Núñez, una gran corrida pareja de presentación. Seis toros preciosos de tipo y lámina que han dado en su conjunto buen juego para los caballos y no han ofrecido dificultades para los diestros de a pié, salvo el lidiado en quinto lugar, que ha sido el garbanzo negro del festejo. Por contra ha habido dos toros excepcionales, lidiados en tercero y sexto lugar, dos toros merecedores por su bondad y bravura, de haber sido premiados con la vuelta al ruedo.

Diego Puerta, el salerosísimo diestro de San Bernardo, ha tenido una extraordinaria actuación en sus dos toros a los que ha toreado con el capote con esa gracia y esa maestría que en él es habitual. Sus verónicas de pies juntos o abierto compás han levantado los mayores entusiasmos y en quites, ha llevado a cabo uno precioso por chicuelinas en las que no cabe mayor salero ni más apreturas. Con la muleta en su primero, un toro que salía un tanto suelto del engaño, le enceló de tal forma que, sin quitarle la muleta de los morros, lo fijó en ella y le llevó por los senderos del mejor toreo. Su labor con el paño escarlata, fue de las que se siguen con creciente entusiasmo y entre el continuo jalear de las gentes y el acompañamiento de la música torera, llevó a cabo una completísima labor compuesta de pases de todas las marcas que entusiasmaron muy justificadamente al respetable. Una faena en la que el temple y el mando de su muleta, llevaron al convencimiento de los aficionados la enorme valía, el valor extraordinario y el arte jacarandoso del sevillano, que toreó sobre ambas manos cómo y cuánto le vino en gana. Mató de media y una entera y se le premió con la oreja y fuerte petición de otra. Mejor aún estuvo en el cuarto de la tarde. Con este toro, que barbeó en tablas y llegó a la muleta con poca fuerza, Diego dejó patente su inteligencia y el temple extraordinario de su toreo. Llevando la muleta a media altura, jugándola con extraordinario mimo y suavidad, logró series de derechazos y naturales a los que ponía el adecuado remate de los de pecho, molinetes y artísticos abaniqueos que colmaron el éxito. Una faena como para hacerla en Madrid que el sevillano se complació con llevarla a cabo en esta tierra para deleite de su inteligente afición. Por ello, cuando mató de una gran estocada y oportuno descabello, se le concedieron a todo honor las dos orejas de su enemigo mientras en los tendidos se seguía solicitando el rabo. Al final del festejo salió de la plaza en triunfo.

Sigue Manuel Benítez en esa línea de entrega y superación constante que le ha llevado a la cumbre del toreo. El Cordobés ha labrado con el primero de su lote un triunfo redondo. No bien hubo comenzado el paseo, cuando un espectador con un pito empezó a castigar al diestro, Es increíble que haya aficionados que acudan a las plazas de toros dispuestos a amargarle la tarde a un torero y a los espectadores. Pero se equivocó de medio a medio, pues Manolo no se inmutó por ello y respondió al individuo de la única forma que los toreros de casta lo hacen: arrimándose más que nunca y toreando de forma superior con capa y muleta. Y así fue como la plaza se entusiasmó con la forma admirable con la que llevaba toreado a su enemigo en pases diestros de gran largura que remataba con los forzados de pecho que pusieron la música en marcha. También la mano izquierda, para hundir más en el bochorno al tío del pito, dejó oír su voz y los naturales que manaron de ella a dos dedos de los pitones, con una seguridad y un aplomo extraordinarios. Puso remate a su torera labor con unos pases por alto apretadísimos y ya la plaza estaba blanca de pañuelos. Cuadró el toro  y tras brindarle la muerte al derrotista, enterró todo el acero en el morrillo, descabelló a la segunda y se le otorgaron las dos orejas con petición de rabo. La vuelta al ruedo fue de clamor. Con el quinto toreó muy bien a la verónica en unos lances de saludo y un apretado quite por chicuelinas muy aclamado. Pero el toro llegó a la muleta distraído y descompuesto, sin ganas de pelea y muy a la defensiva. El de Palma del Río porfió valerosamente sobre la derecha en un afán de triunfo muy de agradecer, pero el toro no quería embestir, no quería pelea, por lo que todos los intentos fueron inútiles. Mató de pinchazo, media y descabello repetidas veces pro taparse el toro y no dejarse descabellar, lo que dio lugar a que sonase un aviso y que las opiniones se encontrasen. Fue una lástima que el tío del pito, apabullado por los aficionados, se marchase en el segundo toro, perdió su ocasión.

Para el torero local, Luis Alvíz, han sido los dos toros más bravos y nobles del encastado encierro de los herederos de Carlos Núñez. En el primero, anduvo sin acoplarse y por no centrarse resultó volteado, aunque sin consecuencias que lamentar. Hubo pases sueltos sobre ambas manos muy buenos, pero no tuvo su faena la requerida ligazón, por ello, cuando mató de una estocada con salida por debajo y cuatro descabellos, sólo escuchó palmas. El sexto, fue lo que se dice un toro de vaca y Alvíz lo aprovechó cumplidamente toreando muy bien con capa y muleta y despertando con su actuación el entusiasmo de sus paisanos. Mató de una buena estocada y entre el general contento, se le otorgaron las dos orejas y el rabo, siendo sacado en triunfo de la plaza.

Y nada más, hasta mañana a esta misma hora en que les relataremos la segunda de esta feria de Cáceres, muy buenas noches.-

 

                Día 31 de mayo  de 1967

                6 Toros de Mercedes Pérez    
 
               -   Curro Romero
               -   Palomo Linares
               -   Pedrín Benjumea
 
TRES OREJAS Y RABO PARA PALOMO LINARES Y CUATRO PARA PEDRÍN BENJUMEA. 
 
Comentario a la corrida celebrada esta tarde en Cáceres, segunda y última de su feria, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes 31-5-67 
 
En esta última corrida de la feria cacereña se registra un gran triunfo de los toreros ye-yes, Palomo Linares y Pedrín Benjumea y del Faraón torero de Camas, Curro Romero, que ha lucido extraordinariamente su arte y ha cortado una oreja. Una gran entrada, lleno y gran expectación por ver a esta nueva pareja de la torería y al torero sevillano, que cuenta aquí con múltiples admiradores. Se ha lidiado una corrida de la vacada de doña Mercedes Pérez Tabernero Montalvo, que en su conjunto ha dado buen juego, siendo los más molestos los corridos en tercero y quinto lugar, condenado a banderillas negras este último. 
 
Curro Romero ha sido la esencia misma del toreo. Sus lances a la verónica instrumentados a sus dos enemigos han tenido toda la honda y desmayada cadencia de su toreo. Verónicas pletóricas de temple, de ritmo y armonía, que se han acogido con grandes manifestaciones de entusiasmo. Después, con la franela ha toreado con excelente gusto en sus dos toros, con ese arte y duende que posee con el que más que torear, hace estampas, cromos de una belleza y colorido únicos. El temple y el ritmo que imprime a las telas toreras en tarde como hoy, de inspiración, hace que gustemos de las excelencias de su clásico toreo.  Toreo por todo lo alto y por todo lo grande, con pases plenos de donaire y de sabor, que han llegado con fuerza a los tendidos. Pudo haber desorejado a los dos toros, pero pinchazo, media y descabello dejaron el premio en el que abrió plaza en una triunfal vuelta al ruedo con petición de oreja, la cual le fue entregada en el cuarto de la tarde, al que pasaportó de pinchazo y estocada. Sigue pues Curro, empecinado en el triunfo. 
 
La plaza ha vibrado con el arte asombroso, el valor y el celo de este crío que se llama Sebastián Palomo Linares. Está el muchacho mejor que nunca, con un sitio extraordinario, con el mismo celo de siempre y crecido. En su primero, ha toreado con el capote de forma admirable. Verónicas de abierto compás y medias definitivas y después,  una faena de muleta sencillamente fabulosa. Una gran faena en la que el diestro de Linares ha puesto todo su sabor a toreo grande en unos muletazos sentado en el estribo y unas series de pases sobre la derecha y al natural en pases largos, pausados, en los que llevaba muy embarcado a su enemigo, con un gusto y un recreo en la ejecución de los mismos, admirable. Y así se puso la plaza de aclamaciones cuando toreó al natural con cierre de pecho hondos y en los abaniqueos, en los adornos pintureros, que colmaron la copa del triunfo. Una gran faena, completa, brillante de gran calidad en la que toreó cuanto y como le vino en gana. Mató de una gran estocada y paseó por el ruedo las dos orejas y el rabo de su enemigo, recogiendo toda clase de prendas de vestir que le arrojaban a su paso. El quinto, condenado a banderillas negras, frena ante los capotes y le propinan tres o cuatro picotazos tras acosarle mucho, pues el toro, en cuanto le ponían en suerte, salía de naja. A la muleta, llegó con fuerza, bronco y con genio y ahí, con un toro de tales características, nos gustó Palomo, que se metió muy bien con él en unas dobladas torerísimas en las que pudo a su enemigo, propinándole unos muletazos de castigo que entusiasmaron. Tenía mucho que torear el toro y Palomo le pudo y anduvo con él desahogadamente. Por ello, cuando le pasaportó de una estocada, se le otorgó una oreja y dio triunfal vuelta. Al final fue sacado en hombros.
 
Y qué decir de Pedrín Benjumea? Que ha estado muy torero y valiente, pero sobre todo, ha estado cumbre, genial pisando un terreno de espanto, un sitio en el que él está levantando un nuevo Banco de España, una nueva casa de la moneda en la que habrá que acuñar billetes, porque de seguir por esos caminos, este muchacho impávido hasta más allá de lo posible, ganará un fortunón con los toros. Esta tarde ha lucido sobremanera al torear a la verónica y al quitar por apretadas gaoneras, así como al llevar con unos lances por delante a sus enemigos al caballo para colocarles en suerte de ser picados. Y con la muleta ha llevado a cabo dos trasteos pletóricos de aguante, de quietud y de entrega, que han entusiasmado muy justificadamente a los aficionados. Parece mentira que en el terreno en que este torero se pone, pueda sacar muletazos tan limpios y tan largos. Los toros se han quedado en ocasiones en mitad del muletazo, pero el, impasible, no ha movido un solo músculo y haciendo alarde de su valor tremebundo, se los ha sacado de la barriga de forma asombrosa. Por ello, la plaza ha sido un clamor, cuando “Pedro El Terrible”, en ese sitio de los revolucionarios, caminando por la cuerda floja que separa al temerario del torero, ha ligado pases sobre ambas manos, derechazos y naturales, que al ser rematados con los forzados de pecho, ha hecho crujir la plaza de entusiasmo. Poco le ha importado que su primero le tirase gañafones, que le puntease el bordado terno. El, a lo suyo, a quedarse quieto metido entre los pitones y a sacárselo de encima con un ligero toque de muñeca. Algo de asombro. Y en el quinto, otro alboroto triunfal. Una faena inverosímil. Una labor muletera en la que no ha dado reposo a las emociones y al bien hacer el toreo, en esa parcela donde la muerte florece en cada pase, en cada embestida del toro, pero que vence con su estoico valor, con su personal técnica. Pedrín Benjumea convence a todos y resuelve todos los interrogantes con sus muletazos largos, ligados, sin mácula. Mató a su primero de una gran estocada de la que salió rebotado de tanto entregarse y descabelló a la segunda. Al que cerró plaza lo pasaportó de otro colosal espadazo. En ambos le otorgaron las dos orejas con fuerte petición de rabo y al final le cogieron en hombros y lo pasearon en triunfo. 
 
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.-